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Por Edson Rojas
Publicado el sábado, 1 de julio del 2017 a las 05:16
Monclova, Coah.- El Hijo de Sangre Chicana pagó con sudor y sangre por la máscara de Heavy Rock, a quien venció tras una cruenta y dramática batalla sobre el cuadrilátero de la Arena “Tigre” Padilla.
Sergio Castillo Hernández, con una trayectoria de 15 años en la lucha libre profesional, se despojó de la capucha y con la voz entrecortada reconoció la derrota, dejando su preciado tesoro en manos del heredero de Andrés Richardson.
En la contienda estelar de la función del pasado jueves, Heavy Rock subió al encordado bastante fortalecido por tener a la afición de su lado y como sécond a su padre Valente Castillo; agenciándose la primera ronda azotón desde el esquinero y espaldas planas, pero Chicana enfureció en el segundo episodio, sangró a su oponente y lo rindió en el centro del ring para igualar la batalla.
Las intervenciones de ambos séconds (Kikapoo por el lado del tamaulipeco) fueron una constante durante la tercera caída, pero aún así, Heavy revirtió el dominio, rasgó la frente de su rival y parecía abrir el camino hacia el triunfo.
El de la dinastía Castillo se disponía a liquidar a Chicana con una plancha desde la tercera cuerda pero el “Pocho” lo recibió con certeras patada al rostro, enseguida le aplicó una desnucadora y el réferi contó los 3 segundos de rigor para decretar la victoria del foráneo.
Aunque Hijo de Sangre Chicana fue el vencedor de una “guerra” que cimbró la Arena “Tigre” Padilla por varias semanas, al final terminó reconociendo la calidad de su adversario.
Por otro lado, Kikapoo exhibió su colmillo largo y retorcido para conseguir la victoria junto a Orfeo Negro y Baby Black tras superar en la contienda semifinal al trío conformado por Baby Rap, Viento Negro y Fantastic Boy.
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