Monclova, Coah.- La subprocuradora de la Pronnif, Lizeth Hernández Elías, informó que los padres de la menor de 7 años que sufrió abuso sexual dentro de la escuela primaria Moderna Venustiano Carranza, no acudieron a la cita programada el día de ayer, por lo que la dependencia programará una nueva fecha, sin embargo mencionó que en su caso, por la edad del infante agresor, quien no sobrepasa los 9 años, este no podrá ser enjuiciado.

La funcionaria explicó que los padres de la niña fueron atendidos por el Centro de Atención a Víctimas de la PGJE después del incidente registrado en el plantel, sin embargo aclaró que no se trata de una violación como se manejó en un inicio sino de tocamientos considerados como abuso sexual.

Asimismo expresó que de acuerdo con la ficha informativa que proporciona la oficina de Atención a Víctimas, el menor agresor oscila entre los 7 a 9 años de edad, razón por la cual no podría llevar ningún procedimiento de tipo penal en su contra, sino que, en su caso, sólo llegar al acuerdo para una justicia restaurativa.

Explicó que los padres de ambas partes fueron citados ante la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia con la intención de que los menores fueran evaluados por separado por los psicólogos de la dependencia para poder determinar el entorno afectivo y emocional, y así poder canalizarlos a terapias.

“La intención es que la niña sea entrevistada por los psicólogos de Pronnif, por lo que volveremos a requerir a los papás para tomar la declaración, así como en su caso del menor”, comentó la funcionaria de Pronnif.

ACUSAN LOS PADRES ESCASA VIGILANCIA

La poca vigilancia de los maestros hacia los alumnos y niños que supuestamente entran a los baños de las niñas cuando se están cambiando, fueron algunas de las irregularidades denunciadas por padres de la primaria Moderna Venustiano Carranza, al subdirector regional de Servicios Educativos, Félix Rodríguez.

El objetivo del encuentro fue el que padres y madres exigían más información sobre lo que era percibido como violación.

Todo comenzó desde temprana hora, cuando madres de familia arribaron al plantel para exigirle a la directora del turno matutino, Mireya Suárez, una explicación sobre lo ocurrido.

Con el compromiso de obtener información sobre el hecho, la directiva citó a las mamás a las 12:00 del mediodía.

Ahí, la directora los recibió sin contar con información suficiente, lo que generó la inconformidad. Sin embargo, al contactar vía telefónica al subdirector regional de Servicios Educativos, Félix Rodríguez, Suárez confirmó a los papás que había ocurrido un incidente, pero en el turno vespertino.

El funcionario estatal arribó y les explicó a los padres que un niño de segundo grado había ‘apretado’ a una pequeña de su mismo salón, que el hecho ya estaba siendo investigado y que incluso el menor había sido retirado de la primaria provisionalmente.