Internacional
Por Agencia Reforma
Publicado el martes, 25 de abril del 2017 a las 22:43
Ciudad de México.- En el oriente de Colombia, una menor de 15 años fue degollada. En el sur, un par de hermanos fueron asesinados por su papá.
En el centro, un soldado del Ejército violó a una bebé de cuatro meses de nacida y en el oriente una niña de tres años murió tras haber sido abusada y torturada.
La ciudadanía puso en entredicho la efectividad del sistema de protección a menores y cuestionó los castigos para estos crímenes.
Según cifras oficiales, cada 120 minutos se alerta de un hecho de abuso sexual en Colombia. De cada diez casos, en siete las víctimas son niños.
El Coronel Henry Cruz, jefe de la Policía de Infancia y Adolescencia, asegura que en el 80 por ciento de las denuncias, el agresor es una persona cercana.
Entre enero y febrero de este año, los investigadores de esa dependencia policial recibieron 2 mil 600 procesos por violencia sexual contra menores.
La reciente condena de 51 años de cárcel contra Rafael Uribe, el asesino de una niña indígena de siete años, abrió el debate sobre cuál debe ser la penalización para este tipo de delitos y qué papel debe asumir el Gobierno.
“El Estado hace poco, o casi nada, para protegerlas y brindarles condiciones dignas de vida, que les garanticen un presente y futuro libre de violencias”, opinó la investigadora y feminista Olga Amparo Sánchez en La Silla Vacía.
“Ni una menos”, la consigna que aparece cada vez que se conoce un nuevo hecho violento, se volvió a repetir durante todo el lunes en Colombia.
Durante el año 2016, el Instituto de Medicina Legal atendió 17 mil 908 casos de menores remitidos por denuncias de presunto abuso sexual.
El 2017 tampoco pinta bien. De enero a marzo recibieron atención por aparente violación 4 mil 315 personas menores de 17 años.
El mayor número de casos se presenta en niñas y niños entre los 10 y los 14 años. Le siguen los que están entre cinco y nueve.
Los bebés también son víctimas. Casi 500 niños, desde recién nacidos hasta los cuatro años, tuvieron que ser sometidos a exámenes médicos por presunto delito sexual.
Según la Fiscalía, los principales responsables son personas que se ubican en la primera línea de cercanía (primos, tíos, amigos) y que la mayoría de victimarios son menores de edad. Niños que abusan de otros.
La legislación colombiana establece como sanción máxima para un menor de edad una pena de ocho años y se aplica sólo para el delito de homicidio.
En Colombia, la condena máxima es de 60 años de cárcel y muchas voces se han unido para pedir cadena perpetua contra los agresores de menores.
La furia ciudadana desatada en los recientes casos de violencia han puesto contra la pared a los agresores. El soldado que reconoció que había abusado de una bebé de cuatro meses estuvo a punto de ser linchado.
La Policía tuvo que reforzar la seguridad en el edificio en donde estaban haciendo su judicialización por el delito de acceso carnal violento agravado con tentativa de feminicidio.
La recién nacida permanece en cuidados especiales y tuvieron que hacerle una cirugía.
La justicia no parece estar a favor de las víctimas en Colombia.
El hombre señalado de degollar a la niña de 15 años fue dejado en libertad. El juez consideró que al no haber sido capturado en flagrancia no podía permanecer retenido.
Esto, a pesar de que como lo dijo la Policía, encontraron en su cuerpo rastros de sangre y la piel lastimada, consecuencia de un forcejeo con la víctima.
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