Ciudad de México.- Habían pasado minutos del sismo de este 19 de septiembre de 2017 cuando grupos de voluntarios se organizaron espontáneamente para rescatar a las personas atrapadas en zonas como la Álvaro Obregón, el Tec de Monterrey Campus Ciudad de México y muchas otras.

Si, existen casos de negatividad y rapiña enfermizas como aquellos quienes en su “inteligencia” que no es digna ni de una bestia deciden que lo mejor en estos momentos es asaltar a quienes se encuentran atrapados en el tráfico o caminan, aturdidos, por las calles de la capital.

Pero estos son los menos. Los cientos de voluntarios que ya se congregaron y trabajan hombro con hombre con rescatistas y miembros del ejército para rescatar a las personas atrapadas en edificios como Álvaro Obregon 286 son otro tipo de mexicano, el que realmente nos representa como nación.

Con cubetas, tinas, palas, picos y las propias manos estos voluntarios ayudan en las labores de rescate. Otros reparten víveres y aguas. Otros forman centros de acopio y de atención médica que son abastecidos con donaciones de gasas, alcohol, materiales curativos y medicinas. Enfermeras y médicos brindan sus servicios de manera gratuita. Otros abren sus redes de wi-fi a quienes no tienen servicio de teléfono o ayudan como pueden.

Es por eso que es una falsedad, una idea estúpida, el decir -como dicen algunos politiquillos- que la corrupción y los problemas de México son “culturales”. Para ellos es cultural. Para la gran mayoría de los ciudadanos, no.

Si la situación fuera como ellos -los saqueadores. la pintan, la Ciudad de México en estos momentos sería un caos de saqueo y vandalismo, cuando lo que prevalece es la solidaridad y el compañerismo. Y las mismas escenas se repiten en otros estados del centro y sur del país afectados por esta tragedia.

En estos momentos, de cara a la tragedia y con esta magna respuesta de la gente, es cuando da orgullo ser mexicano.

Por: SDP Noticias