Ramos Arizpe.- Con poco más de un mes de haber inaugurado el Grupo Esperanza y Nueva Vida en Ramos Arizpe, ya se atienden a más de 21 personas en situación de adicciones, al mismo tiempo que se reinsertan en la sociedad con los trabajos en la panadería en la que generan los recursos para el sostenimiento del grupo.

El grupo que en su comienzo arrancó brindando apoyo a 12 personas, ha crecido considerablemente también por la creciente necesidad de espacios de esta naturaleza. La mayor parte de las personas que se acercan por información de los servicios, son jóvenes, incluso de 12 y 13 años.

Este es el tercer centro de Drogadictos Anónimos que se abre en Coahuila ya con presencia en Piedras Negras y Torreón, sin embargo, “abrir un centro más no es un motivo de logro, para nosotros es darnos cuenta de que la enfermedad está creciendo”, dijo Daniel Garibaldi, director del centro, quien precisó que es por este motivo que se ven obligados a buscar formas de autosustentabilidad.

El proceso de rehabilitación basado en los 12 pasos, abarca aspectos físicos, mental y espiritual, así como terapias ocupacionales individuales y grupales. De igual forma se integran diversas capacitaciones, ya que la mayoría de los usuarios son personas que han truncado sus estudios y abandonado sus trabajos.
rehabilitación

A lo largo de tres meses, en unas 180 horas, son instruidos en el taller de panadería con el apoyo del equipo donado por la Fundación de Rotarios de Ramos Arizpe. Al término de este periodo, el usuario ya está en la posibilidad de autoemplearse o buscar trabajo en un negocio de esta naturaleza.

Con la venta de los productos de panadería se busca cubrir el 80% de los gastos operativos del centro que ofrece todos sus servicios dé rehabilitación de manera gratuita, lo que incluye hospedaje, alimentación, agua y luz en espacios dignos.

El director del centro estimó que el proceso de rehabilitación de un joven tiene un costo aproximado de 9 mil pesos en un programa digno, por lo que a los tres meses que se requieren como mínimo, asciende casi a los 30 mil pesos, recursos de los que difícilmente disponen estas familias en situación vulnerable.
Para generar recursos, este organismo abre sus puertas a los pedidos de empresas de todos los giros como las restauranteras y hoteleras para ofertar sus productos.

Actualmente la capacidad de producción va desde una pieza hasta lo que se requiera. Diariamente hornean de 600 a mil piezas de pan para su venta.