Sabinas, Coah.- Cuando un hombre ve la gracia de Dios reflejada en su salud y el incondicional amor de su familia, apagar una velita más es un honor.

Tal es el caso del arquitecto Carlos Samaniego Arizpe que en días pasados recibió el valioso regalo de la vida.

Las primeras felicitaciones fueron de su esposa, sus hijos, nietos, su padre, hermanos y sobrinos, que le desearon una nueva vuelta al sol llena de sueños cumplidos.

Y aunque el bello ángel que le dio la vida sólo lo puede abrazar en sus sueños con sus oraciones siempre lo acompaña.

Familiares y amigos se sumaron a las muestras de cariño haciendo de su día especial el mejor.

La celebración familiar en su honor coronó un aniversario que atesorará entre sus mejores memorias.

Que Dios lo bendiga.