Nacional
Por Agencias
Publicado el miércoles, 2 de agosto del 2017 a las 08:00
Ciudad de México.- Ellos tienen una sola misión: capturar a ciudadanos norteamericanos prófugos de la justicia y quienes deciden ocultarse en territorio mexicano.
Se trata de un escuadrón policial único y tiene su base de operaciones militares en la frontera norte de México.
Ellos son la Unidad de Enlace Internacional, popularmente conocidos como “Los Caza Gringos”. Una tropa mexicana que se ufana de haber arrestado desde el 2002, a la fecha, a más de mil fugitivos estadunidenses, algunos pertenecientes a la lista de los 10 más buscados del FBI (Buró Federal de Investigaciones).
Esta unidad de caza fugitivos, pertenece a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California, cuyo fundador y primer coordinador –hasta hace 24 meses– es el exagente Alfredo Arenas.
Es un tipo amable, de 2 metros de estatura y manos del tamaño de un guante de beisbol, quien abandonó su trabajo de escritorio para aprender defensa personal y a manejar armas y explosivos.
A mediados de los años 90 él fungía como secretario de turismo estatal. Sus labores incluían proteger, con ayuda de la Policía local, de extorsiones y robos a los turistas de todos los rincones.
“Protegiendo a los turistas, gringos en su mayoría, me percaté de que existía un segmento no cubierto por la Policía como es el de los prófugos estadunidenses que se ocultan en el estado”, explicó Arenas.
LOS INICIOS Siempre permisible y excesiva, Tijuana es la ciudad a donde los gringos se fugan para excederse de fiesta o esconderse de la justicia de su país.
Rodolfo Luna Herrera, actual coordinador de la Unidad de Enlace Internacional, relató que “siempre que atrapamos a un fugitivo gringo le preguntamos por qué huyó a Baja California y no a otro estado de la frontera mexicana. Nos contestan que porque cuando estaban en la preparatoria viajaban a Tijuana como spring breakers en Semana Santa, desde estados como California, Nevada, Oregón, Texas, Nebraska, Washington, Luisiana. O sea, para ellos México es esa ciudad, es lo que conocen y es donde primero se les ocurre ocultarse de la justicia”.
‘ZONA CALIENTE’ Desde sus inicios, como hasta ahora, ha tenido como tarea primordial atrapar a los fugitivos norteamericanos dentro y fuera del país.
Estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado arrojan que la mayoría de los fugitivos arrestados carga a cuestas el delito de narcotráfico y delincuencia organizada en pandillas que en su mayoría se localizan en el condado de Los Ángeles y en el Barrio Logan de San Diego; de donde se nutren las filas de sicarios de los cárteles de la droga que operan en la frontera.
Después del delito de narcotráfico le sigue el homicidio, abuso sexual a mujeres y pederastia; éste último “uno de los delitos que más daña socialmente y en el que se pone especial cuidado porque somos papás y es lo que menos queremos que le pase a nuestros hijos”, resaltó el actual coordinador de la Unidad Luna Herrera.
Entre las capturas importantes por parte de “los caza gringos” en los últimos meses destaca la de Troy Aarón Clay, detenido en Playas de Rosarito por el asesinato a puñaladas de su novia en Humble, Texas, donde ella laboraba como paramédico.
La CACERÍA “Es entonces cuando las autoridades estadunidenses del FBI me proporcionan el acta de nacimiento, dirección de familiares, nombres de amigos, fotografías; todo un expediente con el cual podemos empezar a rastrear su paradero”.
Cuando obtienen información sobre la posible ubicación de un fugitivo, los agentes de la Unidad de Enlace Internacional deben montar guardia y vigilar hasta por 48 horas continuas.
A veces para poderse acercar a un fugitivo y constatar al 100% que es la persona que se busca, se tienen que disfrazar, por ejemplo, como trabajadores de la empresa de mensajería, FEDEX, de encuestadores del INE, o de instaladores de líneas de teléfono.
En otras ocasiones tocan a la puerta y avisan que acaban de chocar un auto para que el fugitivo salga a ver qué pasa y es ahí cuando lo atrapan. Deben evitar el enfrentamiento a toda costa ya que en ocasiones hay niños en la casa y no pueden arriesgar la vida de los menores.
RUTA FUGITIVA “Regularmente los fugitivos llegan con un poco de dinero a Tijuana y se quedan en el mejor hotel hasta que se les acaba el presupuesto y comienzan a quedarse en otros de mala muerte o con amigos que van haciendo en su huida. Es crucial atraparlos en las siguientes 48 horas de haber pisado México porque de otra manera continúan bajando a Ensenada, luego a San a Quintín y a veces llegan hasta Puerto Vallarta, Jalisco, donde se les pierde el rastro”.
Mafia rusa
Rapto de menor
Reincidencia
» El 9 de julio de 2016 fue sentenciado a cadena perpetua con derecho a libertad condicional en el 2041, a Otis Vernell Holland, fundador en 1990 de la iglesia Fe Unida, en la ciudad de Las Vegas, Nevada. Cuatro años antes, este pastor había sido arrestado en Tijuana, ubicada a dos kilómetros de la Garita El Chaparral, por la que se entra al condado de San Diego, California. Vernell caminaba vistiendo traje color plomo, camisa blanca y corbata color guinda, cuando se dio cuenta de su inminente arresto. Trató de huir pero sus 60 años de edad no le permitieron correr más de 30 metros.
Emil Sliwinski
The Mongols
» The Mongols es una pandilla de motociclistas con sede en Los Ángeles, California. Uno de sus acérrimos enemigos son los Hell’s Angels. A finales de julio del 2011, Oscar Olivas y Peter Soto (derecha), miembros de la también llamada, Mongol Brotherhood (hermandad), fueron arrestados en el fraccionamiento privado La Sierra, en Tijuana. Peter Soto fungía como uno de los líderes de la organización. Apodado Bouncer (durante algunos años fue cadenero en una discoteca en Hollywood), Soto era parte de la lista del FBI de Los 10 Fugitivos Más Buscados, por los delitos de venta y distribución de narcóticos (metanfetamina principalmente), robo con violencia, tráfico de armas y el intento de homicidio de un integrante de los Hell’s Angels.
Los caza gringos surgieron ante la constante presencia de criminales norteamericanos en los municipios bajacalifornianos de Playas de Rosarito, Ensenada y Mexicali, pero sobre todo de Tijuana, la frontera más visitada del mundo en la que se oculta 80% de los delincuentes prófugos.
Narcotraficantes, multihomicidas, pandilleros, pederastas, delincuentes sexuales y secuestradores, forman parte del extenso catálogo de fugitivos en Baja California, quienes a través de procesos policiales y de inteligencia por parte de la Unidad de Enlace Internacional son asegurados y entregados en la frontera al Cuerpo de Alguaciles de los Estados Unidos (U.S Marshals Service) una agencia federal creada en 1789 durante la presidencia de George Washington.
“Cuando en Estados Unidos se detiene a algún delincuente con una cantidad significativa de droga, la Policía puede negociar una reducción de la condena a cambio de que el detenido ofrezca información sobre el paradero de algún fugitivo”, explica Luna Herrera.
“Los estadunidenses tienen un mundo de gente prófuga, pero no nos proporcionan información hasta que tienen la certeza de que cruzaron la frontera a México”, describió el agente Rodolfo Luna.
» En marzo del 2014 los “caza gringos” detuvieron en un departamento de Tijuana a dos miembros de la mafia rusa que opera en la costa Este de Estados Unidos. El ruso Shogenov Tlostanbi y el armenio Azat “Ozzy” Oganessian (líder de una facción de la mafia rusa y propietario del restaurante Ararat, en Brooklyn, New York). Robo de autos, tráfico de metanfeta-minas y lavado de dinero eran parte de las actividades criminales que cometían los detenidos.
» En 2007, Kelsey Peterson, de 25 años, profesora de matemáticas y entrenadora de baloncesto en un colegio de Lexington, Nebraska, escapó a México con su novio, un exalumno de 13 años de edad. Huyeron en un Pontiac G6 hasta Tijuana. Su equipaje era agua embotellada, fotografías familiares, dvds de Disney y un perro. Con sólo 400 dólares restantes, la pareja viajó a la capital bajacaliforniana, Mexicali, en donde él marcó a un familiar en Yuma, Arizona, para pedirle ayuda económica. Pero este a su vez marcó al FBI, quien alertó a la Unidad de Enlace Internacional que los detuvo en un centro comercial. La profesora fue sentenciada a seis años de cárcel por transportar a un menor de edad a través de las fronteras estatales para tener relaciones sexuales con él.
» En octubre de 2015 Thomas Emil Sliwinski, de 63 años, se vio rodeado por agentes policíacos mexicanos y entró en pánico. La justicia estaduni-dense lo buscaba por la violación, en Helena, Montana, de sus tres hijastras, 10 años atrás. Al ver que no había escapatoria corrió a una parcela y se apuñaló en el estómago en un intento desesperado por no ser arrestado con vida. Iba por la cuarta herida cuando optó por pedir auxilio. Thomas Emil estuvo prófugo durante más de 10 años. Lo acusaban de haber violado a dos de sus hijastras hermanas de una tercer hijastra con la que había contraído matrimonio y que lo había intentado abandonar por su vida polígama.
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