Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Dan 6 años de prisión a pollero; intentaba cruzar a dos venezolanos en PN Nearshoring podría aportar 1.7% adicional al PIB en próximos 4 años: ABM Liverpool y Klopp ganan, pero no les alcanza y quedan FUERA de la Europa League World of Warcraft podría llegar a consolas West Ham y Edson Álvarez son ELIMINADOS de la Europa League por el poderoso Bayer Leverkusen

Zócalo

|

Clasificados

|

Información

< Clasificados

Clasificados

‘Chavita’, la tragedia que se niega al olvido

Por Gabriel Cuéllar

Publicado el jueves, 16 de marzo del 2017 a las 10:00


Las solitarias calles de la colonia Óscar Flores Tapia lucen enmudecidas ante el recuerdo de una de las más grandes tragedias.

Monclova, Coah.- Las solitarias calles de la colonia Óscar Flores Tapia lucen enmudecidas ante el recuerdo de una de las más grandes tragedias que marcó a Monclova; ahí, en el lugar en el que hace un año terminó una vida que apenas empezaba, ahora se encuentra un pequeño nicho construido en honor a Salvador, el pequeño que falleció cruelmente en las fauces de un feroz perro pitbull, hecho que ocasionó que las dos familias involucradas se exiliaran de la colonia.

Pareciera que nunca ocurrió, pareciera que sólo es una anécdota que se relata con gran pesar de vez en cuando, pareciera que las pedregosas calles sólo han albergado la risa de niños jugando y nunca el llanto de una madre quebrada por la muerte de un hijo.

Sin embargo, la evidencia tangible de la desgracia de aquel 16 de marzo es el nicho que guarda algunos recuerdos en memoria de un pequeñín.

FUNESTO DÍA

Aún no eran ni las nueve de la mañana cuando ‘Chavita’ de 5 años, pasaba cerca de la vivienda marcada con el número 300 de la calle Nueva Rosita, cuando repentinamente fue sorprendido por el canino, que cegado por su instinto animal, atacó al indefenso infante, ganchándolo de su rostro y arrastrándolo cual presa.

La dueña del perro, Susana Deyanira López Jiménez, salió demasiado tarde a controlar el animal, viendo el cadáver de Salvador tendido en la calle a sólo unos metros de su vivienda, por lo que de inmediato retiró el cuerpecito sin vida de los colmillos de “Sambueza” y lo encerró nuevamente.

A partir de ese momento la historia de la colonia cambió drásticamente, siendo marcada por un suceso que todos los vecinos siguen sin poder dar crédito.

EL DESTIERRO

Hoy, a un año de los lamentables hechos, la Óscar Flores Tapia vive un día normal, como si nada hubiera pasado aquel 16 de marzo o como si ya lo hubieran olvidado.

Las dos familias se marcharon del lugar, tanto Deyanira, propietaria del perro asesino; como Verónica, madre del niño muerto, ahora las dos viviendas son rentadas por familias que conocen el caso, pero se niegan a hablar de él.

Fabiola es vecina de aquel sector, radica a escasos metros de donde ocurrió la tragedia, aunque le causa dolor recordar el hecho, ella relata lo que vivió ese día y aclara algunas situaciones que se creían como ciertas.

“Yo fui la primera persona que vio al niño ahí, tirado sin vida, luego de que la dueña metió el perro a su casa; eran como las 8:15 de la mañana, yo iba de salida con mis cuñadas, escuché algo y pensé que el perro había agarrado a un animal, pero nunca pensé que estaba devorando a un niño”, relata la vecina de la calle Matamoros.

Fabiola mencionó que no era la primera vez que “Sambueza” se salía de la casa y se abalanzaba contra los niños, pues hace apenas 15 días antes de la tragedia se les echó encima a varios menores, siendo sabido por los vecinos que el can era violento con las personas, principalmente con los chiquillos.

VERSIONES FALSAS

“Ese día, oímos como cuando matan a un animal, un perrito chiquito; a la vecina la vi tirada en ese montón de tierra (señala con el dedo), diciendo que no podía creerlo, entró en shock, pero primero había encerrado al animal, ella misma encerró al perro, nadie más le ayudó”, aclaró Fabiola para desmentir las versiones que hablan de un hombre que vino a retirar al perro del cuerpecito inerte.

Además también aclaró que el perro no le mordió los genitales a “Chavita”, “Lo vi encuerado y tenía mordisqueado del cuello para arriba, pero sus partes estaban bien”, dijo.

Puso en duda también un par de teorías que se manejan desde ese día, pues manifestó que el niño no era callejero, como muchos aseguraron. “Nunca en mi vida había visto a ese niño, para mi está en duda que el niño era callejero, tengo 2 hijos y ellos siempre están jugando en el patio, tienen los juguetes regados y ese niño nunca fue a mi casa a jugar con ellos, si hubiera sido callejero, como algunos aseguran, lo habría visto en mi casa alguna vez”, comentó.

También puso en duda la versión de que Salvador habría abierto el portón por el que salió su verdugo, pues el del acceso frontal es muy pesado y el trasero siempre está cerrado con candado, no había manera de que “Chavita” dejara salir a “Sambueza”.

“Alguien lo abrió, porque el portón de enfrente está muy pesado y el de atrás siempre tiene candado, un niño chiquito de 5 años ¿cómo va a quitar un candado?, cuestionó.

Fabiola admitió que el nicho construido en el lugar de la tragedia es el único recuerdo que queda de Salvador, pues a pesar de haber pasado el primer año, no se prepara alguna misa especial o actividad para recordar a “Chavita”, simplemente se marcharon las dos familias involucradas en el caso y el hecho pareciera haber pasado al olvido.

Notas Relacionadas

Más sobre esta sección Más en Clasificados