Afganistán.- Al menos 24 personas murieron y 42 resultaron heridas este lunes por un atentado con coche bomba en Kabul contra la comunidad chií hazara, víctima hace un año del primer ataque del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la capital afgana.

“El coche bomba se abalanzó contra un autobús que transportaba a empleados del Ministerio de Minas” en el oeste de Kabul, dijo a la AFP Najib Danish, portavoz del Ministerio del Interior. “Murieron 24 personas y 42 fueron heridas en el atentado de esta mañana en Kabul”, indicó Interior.

En la red social Twitter, los talibanes reivindicaron el atentado “contra un autobús que transportaba a miembros del NDS [servicios de inteligencia] y que dejó 37 muertos”.

Sin embargo, tanto los talibanes como el EI reivindican a veces atentados que no han cometido o, al contrario, no reconocen ataques cometidos contra civiles.

La explosión tuvo lugar poco antes de las 7h locales (02h30 GMT) en un barrio muy animado de mayoría chií de Kabul, donde hay muchos clubes de gimnasia, universidades e institutos, comercios y salones para celebrar bodas. Tras la explosión se veía en el cielo una espesa columna de humo.

Un fotógrafo de la AFP en el lugar vio numerosas ambulancias y heridos que estaban siendo trasladados en taxi o en coches privados. También observó el autobús, totalmente calcinado, situado cerca del ministerio donde llevaba a los empleados. Muchas tiendas sufrieron daños y la calle quedó llena de escombros y árboles mutilados.

Las víctimas podrían ser civiles, entre ellas estudiantes que iban temprano a la universidad en el periodo de exámenes pero también guardas de seguridad que protegían la residencia de Mohamad Moqaqeq, uno de los líderes de la comunicad hazara y parlamentario, indicó a la AFP su portavoz, Omid Maisom.

“El coche estalló frente al primer punto de control de la residencia de Moqaqeq, dejando muertos y heridos entre los guardias y los civiles”, dijo Maisom. “Creíamos que quería llegar a la casa del señor Moqaqeq pero nuestros guardas lo detuvieron”, añadió.

La comunidad hazara es una minoría chií de cerca de tres millones de personas, discriminada y marginada en el país y conocida por ser una de las más liberales de Afganistán, en particular en el trato a las mujeres.

Este lunes se cumple un año, según el calendario de religioso, del atentado de 23 de julio de 2016 en Kabul contra una manifestación del movimiento hazara Enlightenment (Iluminación) que dejó 84 muertos y más de 300 heridos. Fue el primer atentado reivindicado por el EI en la capital.

Desde entonces, el EI ha ganado terreno en el norte de Afganistán y atacó en varias ocasiones mezquitas y reuniones chiíes, en Kabul pero también en Mazar-i-Sharif (norte), donde en octubre atentó contra las fiestas de la Ashura, la principal celebración religiosa de la comunidad chií.

El pasado 16 de junio, también atentó durante la llamada Noche del Destino, al final de las celebraciones del ramadán.

La comunidad hazara tenía inicialmente previsto este lunes una manifestación en memoria de las víctimas del atentado de julio, pero el domingo fue aplazada tras una reunión de los responsables de la comunidad con el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani.

El presidente condenó el atentado del lunes, “un crimen que alimentará el rencor de la población” contra los “terroristas”.