La Opinión | Estados Unidos.- “Sufrir y tener el corazón roto no significa que se es débil, sólo quiere decir que se es humano”. Así versa un popular pensamiento, de autor desconocido, que pone de relieve un padecimiento común y muy real: el síndrome del corazón roto.

De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón (AHA), este síndrome —conocido también por el nombre de cardiomiopatía inducida por el estrés o miocardiopatía takotsubo—puede presentarse en cualquier persona aunque se tenga una excelente salud.

Ocurre cuando una parte del corazón se agranda temporalmente y no bombea bien, mientras que el resto del vital órgano funciona normalmente o con contracciones aún más contundentes, explica la AHA.

“[El síndrome del corazón roto] se manifiesta con angina [dolor de pecho] y falta de aire [dificultad para respirar]. Síntomas que se dan debido a que el ventrículo izquierdo del corazón se debilita y, ante ello, la circulación de la sangre se afecta y la oxigenación del corazón está disminuida… Es como si el corazón repentinamente se congelara”, explica el Dr. Jorge Monastersky, experto en cardiología y con practica en el Condado de Orange, California.

Las arritmias (latidos cardíacos irregulares) o el shock cardiogénico también pueden ocurrir como síntomas del síndrome de corazón roto.

De presentarse el shock cardiogénico, una afección en la cual el corazón se debilita repentinamente y no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo, éste puede llegar a ser fatal si no se trata de inmediato.

Las mujeres, las más afectadas

Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar el dolor intenso en el pecho, como resultado de un repentino incremento de los niveles de las hormonas del estrés (como la adrenalina y el cortisol, que se producen en momentos potencialmente peligrosos para el cuerpo). La angina de pecho puede ser provocada por un evento emocionalmente estresante, como podría ser una desilusión amorosa, la separación o el divorcio, la muerte de un ser querido, una mala situación económica, la pérdida del empleo, el estrés de una enfermedad o cirugía, un accidente automovilístico, etc.

Cuando se experimentan los síntomas de este síndrome hay que ponerle suma atención debido a que puede desatar una afección cardíaca a corto plazo, como es el caso de la insuficiencia grave del músculo cardíaco.

Pero la buena noticia es que es tratable. De acuerdo con la AHA, “la mayoría de las personas que lo experimentan se recuperan por completo en cuestión de semanas y corren un bajo riesgo de volver a experimentarlo”. Otra buena noticia es que “en muy raras veces puede llegar a ser fatal”.

Su diagnóstico

El síndrome del corazón roto se puede diagnosticar erróneamente como un ataque al corazón debido a que los síntomas y los resultados de las pruebas de estas dos afecciones son bastante similares.

De hecho, asegura la AHA, las pruebas del síndrome del corazón roto muestran cambios dramáticos en el ritmo y las sustancias sanguíneas que son típicas de un ataque al corazón. Sin embargo, a diferencia de este último, no hay evidencia de arterias cardíacas.

Para su preciso diagnóstico y tratamiento a tiempo, los investigadores recién han empezado a aprender sobre las diferencias que existen entre las pruebas que se efectúan para identificar a las dos afecciones. Éstas son algunas de ellas:

• En el síndrome del corazón roto, los síntomas aparecen repentinamente después de un estrés emocional o físico extremo.

• Los resultados del EKG (una prueba que registra la actividad eléctrica del corazón) de un corazón roto no se parecen a los del EKG de una persona que está teniendo un ataque al corazón.

• Los análisis de sangre de un corazón roto no muestran signos de daño al corazón, como tampoco de obstrucciones en las arterias coronarias.

• Las pruebas de un corazón roto muestran un globo y un movimiento inusual de la cámara cardíaca inferior izquierda (o ventrículo izquierdo).

• El tiempo de recuperación de un corazón roto es rápido (generalmente en días o semanas) en comparación con el de un ataque cardíaco que puede ser de un mes o más.

Cómo detectarlo a tiempo

El Dr. Monastersky señala que para detectarlo a tiempo y prevenir sus efectos secundarios, como es el caso de la insuficiencia grave del músculo cardíaco, es importante ponerle atención de inmediato a la angina de pecho y a la dificultad para respirar.

“Cuando se experimentan estas dos molestias no hay que postergar la visita al médico”, apunta el cardiólogo. “Y recalco esto porque las mujeres tienden a disminuir sus dolencias al verse tan ocupadas con los quehaceres de la casa y la crianza de los hijos sin la cooperación de sus maridos que no hacen nada”.

“Ante cualquier dolencia o estado emocional que altera, debilita o dura no se puede ser negligente, hay que hacerse chequear lo más pronto posible, más aún cuando se trata de un estado de cansancio mental y físico provocado por el estrés.”, ahonda el Dr. Monastersky.

Y para prevenir esto último, el especialista resalta que es importante aprender a controlarlo y calmarse. Existen varias terapias efectivas para ello, como lo son las técnicas de la respiración profunda, la meditación, la relajación y el mindfulness, entre otras.