Nacional
Por Agencias
Publicado el lunes, 21 de mayo del 2018 a las 09:54
Tijuana, BC.- El Segundo Debate Presidencial llegó este domingo con un puntero que no ha bajado su ventaja de dos dígitos frente al segundo lugar, que reflejó su postura férrea con la intención de revertir las encuestas, tanto como el aspirante ubicado en el tercer lugar y el panorama de “México en el mundo”, donde la sombra de los ataques de Donald Trump; la relación comercial con Estados Unidos y el doloroso asunto de la migración se entrelazaron para poner en aprietos a los candidatos.
Los 42 ciudadanos que participaron como audiencia e interlocutor –nunca antes visto en México– reflejaron que el formato del debate dejó abierta la posibilidad a sorpresas, siendo un formato de contacto donde los ahora cuatro presidenciables pudieron hasta abrazarse, en medio de la lluvia de cuestionamientos y descalificaciones que lanzaron a lo largo de más de dos horas a nivel nacional, después de que el ejercicio rebasara por media hora la duración programada de una hora y 37 minutos del INE.
El reto era ganar la intención del electorado indeciso, pero también repartir el voto que dejó a la deriva Margarita Zavala con su salida de la contienda y sobre todo reducir las fortalezas del puntero en las encuestas para acortar la brecha y que las últimas semanas de campaña permitan mostrar un panorama diferente al mostrado en estadísticas y simulacros electorales.
‘OFENSIVA Y DIGNIDAD’
Ricardo Anaya y José Antonio Meade usaron esta lógica para contrarrestar a Andrés Manuel López Obrador, en espera de que el último tramo de las campañas les permita ganar la confianza de los mexicanos, uno desde la llamada del voto útil; el otro convencido de mostrar su perfil como un ciudadano y político experimentado que no tiene nada que ocultar y tiene más experiencia resolviendo crisis en el país de las que la ciudadanía piensa.
En una sintonía parecida, Jaime Rodríguez Calderón aprovechó su condición de independiente para descalificar a los tres candidatos arropados por una coalición de partidos políticos. “El Bronco” repitió como una figura con popularidad en el debate, aunque su actuación en el anterior ejercicio no lo benefició en las encuestas, donde permanece en el sótano de la preferencia.
Asimismo, Andrés Manuel López Obrador decidió abstenerse de incurrir en ataques y ceñirse a su presunción de ser el puntero en las encuestas, aunque poco le duró la paciencia. Los constantes embates lo dejaron expresar acusaciones a sus contrincantes de formar parte de la “mafia del poder”, tanto descalificarlos como “farsantes” y “mentirosos” como ataque propio, o en respuesta a señalamientos que lo descalificaron como un político viejo y desactualizado, que mantiene su obsesión con la Presidencia y un proyecto de nación del pasado.
LA UNIDAD… CONTRA TRUMP
Otro actor que sin figurar en el escenario presidencial estuvo en boca de todos fue Donald Trump, tal vez en ese momento los candidatos reforzaron esa actitud de unidad, solidaridad y proyecto de nación sólido al coincidir en que la diplomacia está más allá del respeto y donde también la dignidad, la astucia y la templanza para las negociaciones resultan primordiales, sin importar quien obtenga el triunfo el 1 de julio.
Asimismo, las coincidencias claves se reflejaron en la atención a la frontera sur del país, el trato humanitario a los inmigrantes centroamericanos, apoyo a los dreamers mexicanos y una postura crítica ante la idea de un muro en la frontera norte dejaron ver que el próximo mandatario mexicano –sea quien sea el ganador el 1 de julio– buscará un acercamiento muy distinto al planteado por Enrique Peña Nieto durante los dos años de la actual Administración en la Casa Blanca.
Los candidatos del PAN y del PRI, y el independiente Jaime Rodríguez, dedicaron varias de sus intervenciones al presidente Trump.
Anaya aprovechó para recordar que fue un error histórico y una infamia que, en septiembre de 2016, Enrique Peña Nieto hubiese recibido en Los Pinos al entonces candidato republicano. También aseguró que ningún terrorista ha cruzado por la frontera mexicana, pese a que esta información fue contrastada por los organismos verificadores, que advierten de detenciones en zonas fronterizas.
Comercio exterior e inversión, seguridad fronteriza y combate al crimen trasnacional, así como derechos de los migrantes fueron los tres bloques de este debate, donde se habló lo mismo del TLCAN, la reactivación del mercado interno, la honestidad de los mexicanos, cómo responder a ataques de países extranjeros contra el pueblo mexicano, impulsar mejores salarios y la infraestructura nacional necesaria para fortalecer el flujo de inversiones, sin el ansiado “cómo”, que los aspirantes debieron mostrar y que ha mantenido al electorado indeciso como la segunda fuerza en las encuestas con un 26.8 por ciento.
Aumenta vista del ejercicio en redes
La expectativa de que el segundo debate presindencial rompiera los récords de audiencia, pese a la Final de la Liga MX entre Santos y Toluca y la emisión del quinto capítulo de la serie Luis Miguel, de Netflix, podría ser una realidad, después de que se evidenció que las audiencias en redes sociales aumentaron en comparación con el primer ejercicio realizado el pasado 22 de abril.
Fue seguido por un millón de personas en YouTube, 1.2 millones de espectadores en Twitter y 1.7 millones en Facebook. Además el hastag #DebateINE tuvo más de 2.5 millones de menciones, convirtiéndose en tendencia mundial.
Alrededor de 900 representantes de 250 medios de comunicación, locales, nacionales e internacionales dieron cobertura al encuentro entre los aspirantes a la Presdiencia de la República.
En el primer debate buena cantidad de la audiencia se registró en Facebook, donde sí se registró una disminución en comparación con los 2.3 millones de usuarios del pasado debate; en Twitter siguieron el debate de abril 850 mil, mientras en YouTube logró 188 mil espectadores.
‘Caldea’ ánimos guerra de porras
Ciudadanos, simpatizantes de candidatos y militantes de partidos políticos rodearon en minutos los alrededores de la Universidad Autónoma de Baja California. Los colores políticos destacaron, tanto como la inconformidad de los ciudadanos tijuanenses que protestaron en contra de candidatos presidenciales y exigieron respuesta a sus denuncias.
Panistas y perredistas cerraron filas y colores para asegurar que el candidato de la coalición Por México al Frente ganaría. Meade también fue recibido por la militancia de la coalición Todos por México, que cargaron con banderas y colores para advertir que su candidato sería el triunfador no sólo en este ejercicio, sino en las votaciones del 1 de julio.
Por su parte, los integrantes de la coalición Juntos Haremos Historia se agruparon entre lonas y retratos de Andrés Manuel López Obrador, su candidato y líder moral. Asimismo, Jaime Rodríguez Calderón también fue representado por simpatizantes ciudadanos que confiaron en su candidatura como independiente.
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