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Por Yadira Leos
Publicado el viernes, 11 de agosto del 2017 a las 08:00
Saltillo, Coahuila.- Patricia Sánchez soñaba con conocer el mar, su gran deseo era visitar la playa de Mazatlán. La familia decidió aprovechar las vacaciones y pasar un fin de semana en aquel lugar, sin embargo nunca imaginó que este deseo se convertiría en una tragedia en donde perdieron la vida tres mujeres, entre ellas una menor de 4 años.
Hace un año Daniel Rodríguez fue a la playa y le comentó a su esposa lo hermoso que era el lugar, desde esa fecha Patricia soñaba con visitarla algún día. Llegó el fin del ciclo escolar, los niños estaban en casa, el tiempo era perfecto.
Observando el panorama y el deseo de convivir en familia organizaron un viaje en caravana, dos familias comenzaron la travesía el pasado viernes, todo sería perfecto, unos días donde los lazos familiares se estrecharían.
Luego de paseos y de alegría, el miércoles prepararon todo para regresar a casa. A unos cuantos kilómetros de llegar a sus hogares, un tráiler salió al paso y chocaron de frente. Patricia y su hija Britany y la novia del hermano de Daniel, María Eugenia Silva Limón, fallecieron en el accidente.
Otras cuatro personas que venían en el carro Volkswagen Polo con placas FJU9629, Daniel Rodríguez y sus tres hijos, resultaron heridos. Tuvieron que ser traslados al Hospital General.
‘DIOS LES DÉ RESIGNACIÓN’
Daniel dejó el nosocomio; Wendy Patricia de 14 permanece en el mismo hospital. Mientras que los menores, Eduardo David, de 7 años, y América Montserrat, de 5, fueron trasladados al Hospital del Niño para una mejor atención.
Quienes esperan afuera del Hospital General a los familiares internos, se unieron a la pena de la familia Rodríguez, entrevistados por Zócalo Saltillo aseguraron que desde ayer el ambiente se torno tenso y doloroso al saber de la tragedia.
“Los niños ya fueron trasladados, el señor fue dado de alta y solo queda la niña de nombre Wendy, ayer fueron a reconocer los cuerpos y la familia se veía desconsolada; sólo podemos decir que Dios les dé resignación”, comentaron.
Mientras en el Hospital del Niño, un familiar de Daniel relató que se están realizando los trámites para la sepultura, aún no saben exactamente los detalles porque la familia se dividió para atender a los hospitalizados, a los fallecidos y a Daniel, “él anda ido, no sabe bien cómo están las cosas, pero está arreglando los funerales”.
Las dos menores, Wendy y América, se encuentran fuera de peligro, “esperamos que en las próximas horas las den de alta. Es un momento difícil el que está pasando la familia, ayer tuve una altercado con un vigilante que no me permitía pasar a ver a la niña porque pedía que fuera la mamá”, dijo el entrevistado.
Entre el enojo y la impotencia le pidió al guardia que lo dejara pasar pues la mamá de la niña no estaría presente ya que yacía tendida en el Semefo. “Medio entendió y me dejó pasar, pero ahorita no sabemos bien a bien cómo estarán las cosas”.
En terapia intensiva
El director del Hospital del Niño, Carlos Iván Oyervides García, aseguró que América de 5 años presentó contusiones y golpes, pero no lesiones de gravedad, en breve será dada de alta.
El panorama de Eduardo David, de 7 años, es más difícil, se encuentra en terapia intensiva, con fractura de cráneo y hematoma epidural por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
“El pequeño esta grave, creemos que evolucionará favorablemente, si todo sale bien estará de tres a cinco días en terapia”.
Indicó que los niños y la familia deberán contar con ayuda sicológica para salir adelante de la situación por la que están pasado, terapia que pueden tomar en el mismo nosocomio.
Les dan el adiós
Entre flores, cantos y decenas de personas que se arremolinaban incrédulas ante su realidad, los miembros de la familia que perecieron en un trágico accidente sobre la carretera a Torreón recibieron las honras fúnebres previas a su último adiós.
Desde muy temprano, decenas de personas arribaron a la capilla ardiente del bulevar Nazario Ortiz, donde yacían los cuerpos inertes de Patricia y su hija Britany, que se convirtieron en víctimas inocentes de la imprudencia del “fantasma” que se les atravesó de improviso a la mitad del camino.
Casi al mismo tiempo los restos de “la tía” María Eugenia estaban siendo honrados en otra funeraria de la ciudad, los deudos de los Rodríguez se concentraban en un acercamiento mutuo que no tendrían precedentes.
Con el transcurso del día, los dolientes se apostaban en los recintos donde simultáneamente se enaltecía la imagen de las mujeres que por azares del destino acabaron con su existencia terrenal cuando menos lo esperaban.
Pero lejos de ahogarse en el llanto que pudiera darles la paz interior que necesitaban, los presentes vieron pasar el tiempo serenos, con la remembranza de los recuerdos que le hacían sentir que las vacacionistas fallecidas aún estaban entre ellos.
Ya por la tarde, familiares y amigos apresuraron sus oraciones para esperar el momento en que las carrozas fúnebres iniciaran el cortejo fúnebre que las llevara hasta el cementerio donde las tres infortunadas descansarían en el sueño eterno.
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