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Despiden más de 500 a Carlos Galván Tello

Por Jesús Jiménez

Publicado el miércoles, 13 de septiembre del 2017 a las 09:00


Familiares, amigos y compañeros del extitular de la Conafor atiborran su sepelio.

Saltillo, Coahuila.- “¡Si algo quedó muy claro es que la capilla te quedó muy chica, papá!”, exclamó Rodrigo Galván Ríos a todos los asistentes a la misa de cuerpo presente de su padre, Carlos Galván Tello, celebrada ayer en el oratorio del complejo Renacimiento.

Fue Rodrigo, quien a nombre de su mamá, María de los Ángeles Ríos, y de sus hermanos Pamela y Carlos, agradeció las muestras de cariño y solidaridad a los más de 500 asistentes a la eucaristía de despedida.

“Queremos agradecerles las muestras de cariño y consuelo que nos han manifestado durante esta última etapa de la vida de mi padre, ha sido impresionante la cantidad de llamadas, de mensajes y arreglos florales que hemos recibido”, dijo Rodrigo.

El joven agradeció a comunidad del Club Deportivo San Isidro, al equipo Bravos, a los integrantes de la Rondalla de Saltillo, a los compañeros de generación de la Narro; igual a todos los trabajadores de la Comisión Nacional Forestal, de los gobiernos federal y estatal, que colaboraron con el exgerente de la Conafor.

“Mi papá era una persona dedicada a su trabajo. Ni siquiera durante su enfermedad se privó de ir a la oficina a revisar pendientes.

“Todos sabemos que era agrónomo de profesión, pero político por naturaleza, patriota cien por ciento; también sabemos que era un amante de los boleros y las guitarras, y siempre puesto para llevar serenata con sus amigos de la Rondalla”.

Rodrigo recordó los hábitos que marcaron el día con día de su padre: un café para despertar y ejercicio por la tarde; lunes de cine con su esposa; miércoles, para comer con su suegra; sábados de dominó, y domingos de convivir con la familia.

“Lo recordaremos siempre de botas bien boleadas, hasta la fecha no conozco a otra persona que fuera a Mc Allen con botas; fanático del cabrito, aficionado del pozole, de la fritada, del brisquet, siempre experto en carnes asadas”.

“El don mas grande que Dios le dio fue el de hacer reir a los niños, y un experto en decir que si a todos los caprichos de su esposa y de sus hijos, una persona que siempre va a hacer falta en las cenas de navidad, en cualquier fiesta y ee cualquier cumpleaños”

“Fue un hombre al que no doblegaron los obstáculos, un ejemplo ; No se como vamos a superar su ausencia, sin embargo queda mucho camino por recorrer, y hay que hacerlo con la frente en alto como él nos enseñó y los obstáculos seguirán llegando, son parte de la vida”.

“No hay que reprochar nada, ni al cáncer, esas son pruebas de la vida que nos hacen crecer como persona; es este dolor lo que nos permite valorar lo frágil que es la vida y lo vulnerable que somos”.

“Descansa en paz, Papá, vete tranquilo, aquí nosotros, junto con mi Mamá, nos encargaremos de todo”, dijo un emocionado Rodrigo, quien pidió a todos los presentes un aplauso que parecía nunca iba a terminar, cargado de emoción, de cariño, hacia Carlos Galván Tello, el esposo, padre, hermano, el amigo que simplemente se nos ha adelantado en el camino.

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