Saltillo, Coah.- El viernes 14 y sábado 15 de abril se conmemoraron 105 años del hundimiento del RMS Titanic, en el cual fallecieron mil 514 personas y se salvaron sólo 710. También se cumplieron 35 años del fallecimiento de Gustavo Aguirre Benavides, el mexicano que presenció la tragedia desde un buque alemán.

El otro que está ligado al naufragio fue Manuel Uruchurtu, oriundo de Hermosillo, Sonora, que falleció siendo tripulante con el boleto PC 17601, el cual obtuvo al intercambiarlo con otro mexicano que a última hora decidió cambiar de rumbo.

Gustavo era un adolescente de Parras, Coahuila, que se dirigía hacia Alemania cuando el barco en que viajaba acudió al llamado de auxilio del Titanic. Pero llegaron demasiado tarde. Lo que vio fueron cuerpos congelados flotando en el océano.

Lo más triste fue lo que no vio: los 20 botes salvavidas del Titanic con capacidad para más de 50 personas llevaban menos de 20 porque los pasajeros de primera clase se negaron a compartir. De haber tenido humanidad aquellos aristócratas, Gustavo no habría visto, impotente, tantos cadáveres.