Piedras Negras, Coah.- Solitario durante muchos años, pero con infinidad de amigos que por décadas lo conocían, apoyaban y protegían en cierta forma, don Jesús Luna, mejor conocido como “El Chistoso” y a quien identificaron cuando estaba a punto de ser llevado a la fosa común, fue sepultado modestamente, con la música que tanto quiso, en medio de aplausos y despedidas, de lágrimas y de recuerdos.

De excelente humor siempre, con una sonrisa prácticamente permanente y espontáneos chistes que tanto hacían reír como enojar a veces a algunos de sus conocidos, don Jesús terminó su longeva vida, ahogado en el río Bravo a cuyas aguas, se cree, cayó accidentalmente hace varios días.

De ochenta y ocho años de edad, os restos de “El Chistoso” estuvieron por cuando menos cuatro días en el Semefo de la Procuraduría de Justicia del Estado.
Sin familiares ni mayores datos sobre él, nadie lo identificaba y en consecuencia su destino era la fosa común.

Alguien se enteró de quien se trataba a través de fotografías y un grupo de amigos se dieron a la tarea de recuperar su cuerpo, investigar sobre el sepulcro de su fallecida esposa Rosa, para darle cristiana sepultura… y en la misma fosa que’ “su viejita”, en el panteón de Villa de Fuente.

José Luis Chávez, uno de sus amigos, dio un emotivo mensaje que arrancó las lágrimas de los presentes.

“Todos decíamos que estaba solo… y no, no estaba solo, aquí estamos”, dijo.
Luego lanzaron algunas monedas hacia la tumba abierta, de esas monedas que “El Chistoso” recolectaba bailando donde se le ponía la gana.

Al son de la música de un par de filarmónicos, “Los Látigos del Norte y un grupo de hombres y mujeres que lo procuraban, don Chuy, rindió tributo a la madre tierra.

Fue la música que tanto bailó tanto en las calles como en el Mercado Zaragoza, en bares y hasta en las banquetas.

Era su principal gusto… y en su calidad de indigente, la forma en que lograba también un apoyo económico.

“El Chistoso”, vivió con música y con música se despidió.