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El día que Monclova fue humillada

Por Néstor Jiménez

Publicado el domingo, 16 de julio del 2017 a las 09:00


¡Fue una verdadera afrenta a la otrora gloriosa capital de Coahuila y Texas!

Monclova, Coah.- Luego del conflicto con los tejanos, donde se creó el estado de Texas en 1845, las pretensiones expansionistas norteamericanas hicieron que el presidente James Knox Polk enviara tropas al territorio entre el Río Nueces y Bravo.

Las tensiones entre México y Estados Unidos aumentaban y eso se tomó como una provocación, incluso ya se había rechazado una oferta de compra por parte de los gringos para obtener los territorios de Alta California y Nuevo México.

Las relaciones bilaterales estaban sumamente deterioradas y los estadounidenses esperaban un pretexto para iniciar en forma una invasión devastadora.

El General Zacarías Taylor, por órdenes del mandatario estadounidense avanzó con sus tropas hasta invadir el margen izquierdo del Río Bravo en puntos cercanos a Matamoros y Laredo.

Ya se les había advertido a los nortemaericanos que no trataran de avanzar o serían atacados por las tropas mexicanas según órdenes del presidente Mariano Paredes y Arrillaga.

La justificación llegó el 24 de Abril de ese año cuando el general Mariano Arista llegó a Matamoros y su contraparte Taylor destinó un contingente de 63 Dragones para explorar la parte alta del río en ese poblado.

Tocó al Capitán Seth Thornton estar a cargo de ese destacamento y fue a 50 kilómetros del campamento donde el General Anastasio Torrejón, frente al Rancho Carricitos, emboscó a los gringos, matando a 16 de ellos, otros más heridos y el resto se rindió.

Ese fue el inicio de la Guerra de México con Estados Unidos pues el Presidente Polk ya tenía el pretexto y la cámara de Senadores y Representantes aprobaron la invasión poniendo a disposición diez millones de dólares para gastos, la guerra fue declarada el 13 de Mayo.

LOS GRINGOS HALLAN SERVILISMO

El General John Ellis Wool fue asignado a la División del centro y comandó las fuerzas de ocupación del norte de México cuyas tropas entraron por Tamaulipas, Chihuahua, Alta California y lamentablemente nuestro Coahuila.

El Historiador Lucas Martínez Sánchez refiere que Wool en persona, ingresó a nuestra tierra por el Real Presidio de Río Grande (Municipio de Guerrero)

Iba a cargo de 3 mil hombres fuertemente equipados en campaña, llevaban carretas de municiones y víveres, así como cañones.

De acuerdo al mapa que portaban seguían el famoso camino real adentrándose en el hoy municipio de Zaragoza que anteriormente se le conocía como San Fernando de Austria.

Marcharon por Nava, y acamparon en Santa Rosa (Múzquiz) confiados pues que en su travesía no encontraran resistencia alguna, al contrario, los mexicanos les ofrecían agua y comida.

El experimentado militar estadounidense llegó hasta la Hacienda de las Tres Hermanas (Estación Hermanas) y fue recibido de manera por demás hospitalaria por su administrador Miguel Blanco Múzquiz.

Posiblemente, de acuerdo a Martínez Sánchez, el abogado monclovense extendió sus atenciones brindándoles cobijo con el único fin de salvaguardar la propiedad de los Sánchez Navarro.

Hasta ese poblado, hoy en día ubicado en el kilómetro 42 de la carretera Federal 57, los gringos pasaron por todo el norte de Coahuila como “Juan por su casa”.

MONCLOVA RETA A ‘EL TIO SAM’

Con esa rebeldía que caracteriza a los monclovenses en contra de las injusticias y que los ha hecho protagonistas de algunas de las principales páginas de la historia de México, inmediatamente se pusieron en contra del avance de las tropas del “Tío Sam”.

A diario llegaban noticias a la hoy capital del acero sobre la marcha de los estadounidenses y que en ninguna parte les hicieron frente, al contrario: ¡los abastecían de víveres y saciaban su sed!

Eso indignaba a la población, que años antes se vio enfrascada en la guerra con Saltillo por lo cual inmediatamente expidieron un pliego para hacerlo llegar al General Wool.

Tocó al Prefecto Político de Monclova, Miguel Lobo visitar el campamento de “los bolillos”, antes que avanzaran de lleno al Valle de Cándamo (que comprendía desde Hermanas hasta Castaños y de la Gloria a San Buenaventura).

Con los protocolos a seguir, el monclovense fue recibido por el miliciano representante de las fuerzas de Washington en uno de los cuartos de la Hacienda.

Sin tapujos, Lobo expuso el pliego en el cual se mencionaba tajantemente que su presencia en suelo coahuilense no era bien vista y de ninguna manera eran bienvenidos en Monclova.

Sin más cruce de palabras Miguel Lobo dio la vuelta de regreso a su terruño mientras que el general nortemericano lo observaba retirarse con un sentimiento de incertidumbre.

Temiendo una emboscada y con los antecedentes que existían de los monclovenses, aparte de haber sido la capital de Coahuila y Texas, John Ellis dialogó con sus comandantes para prepararse.

LA PEOR AFRENTA

El 11 de Octubre de 1846 tomó las riendas de nuestra ciudad el alcalde Francisco Cárdenas al suceder a José María de los Santos Coy, en medio de un ambiente tenso.

Las autoridades compuestas por los regidores Antonio Venancio Martínez, Reyes Quintero, Ignacio y Miguel Herrera, así como los Secretarios Albino Cortinas y José Andrés de Hoyos además de los ciudadanos estaban a la expectativa.

Sabían que en cualquier momento la tropa trataría de ingresar a la ciudad pero no tenían la capacidad para hacerles frente, las ganas eran muchas de darles una patada y regresarlos al otro lado del Río Bravo.

Y lo inevitable sucedió: el 3 de Noviembre de ese año el general Wool encabezando su tropa perfectamente armada y cuidando los flancos, preparados para una escaramuza ingresó a “Monclovita la bella”.

Ordenó dejar sentir toda su fuerza en la única ciudad que le mostró resistencia y repudio recalcando la orden: “¡Marchar hasta la plaza de armas!”

Abucheos y muestras de rechazo recibieron los soldados a su paso por las principales calles y en el colmo de la humillación el General ordenó a uno de sus efectivos enarbolar la bandera Estadounidense en el Palacio del Gobernador, como se le conocía a la Presidencia Municipal en aquel entonces.

¡Las barras y las estrellas ondearon en Monclova! En lo alto del palacio de Gobierno además de que se convirtió en cuartel general de las fuerzas gringas.

Dentro se acondicionó para el estado mayor del General Wool mientras que el resto de los soldados acamparon a orillas del Río Monclova frente a la Alameda del Sector El Pueblo.

Todo el mes de Noviembre, Monclova fue ocupada por los estadounidenses hasta que Wool se retiró a Castaños donde se apostó al sur para luego proseguir a Parras.

En ese tiempo se firmó un armisticio entre el General Zacarías Taylor y el general Pedro Ampudia.

La indignación era implacable al observar la bandera invasora en lo alto del palacio. En los años siguientes 1847 y 1848 , Monclova fue paso de contingentes norteamericanos que se dirigían al sur de México.

La guerra terminó cuando el nuevo Gobierno de Manuel de la Peña y Peña inició las negociaciones de paz con Estados Unidos firmándose el tratado de Guadalupe Hidalgo el 2 de Febrero de 1848 en el cual México perdió el 55 por ciento de su territorio.

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