Cd. Frontera, Coah.- La escuadra de Polonia pasó de ser el “caballo negro” al nuevo monarca de la categoría Especial, pues a lo largo de toda la Liguilla se encargó de vencer a los primeros 3 equipos de la tabla y finalmente ceñirse la corona, en lo que es apenas su primer torneo dentro de la Liga de Futbol Intermunicipal Rielero.

El encuentro se decidió por marcador de 2 goles a 1 y no fue necesario el tiempo extra y demás, pues desde los primeros minutos empezaron dominando a su rival y por tercera semana consecutiva lograron salir avante, esta ocasión para festejar el título.

Polonia ingresó a la categoría Especial con una de las 14 franquicias, a préstamo, jugadores nuevos en el circuito dieron de qué hablar, pues como los mismos entrenadores lo describen, nadie apostaba por ellos, puesto que es éste apenas su primer torneo en la máxima categoría del balompié fronterense.

Lograron colarse en octavo lugar a la liguilla y les tocó enfrentar en los Cuartos de Final a Colonia Industrial, el líder de la justa a quien dejaron fuera, la Semifinal la jugaron hace un par de domingos ante Allende, escuadra que cerró en la tercera posición y nuevamente se alzaron.

Ayer volvieron a repetir la misma historia, lo hicieron ante el sublíder Real San Martín, una escuadra con jugadores de tremenda experiencia en la cancha pero que no les intimidó en lo absoluto.

Al minuto 9 vino el primer tanto, en los zapatos de Pedro Flores, posteriormente al 30 Cristian Duarte concretó la segunda y última anotación.

Fue hasta el segundo tiempo que Ervey Rodríguez de Real San Martín pusiera el marcador 2-1, durante los últimos minutos los ánimos se alteraron, los del revés estaban por demás presionados y sabían que no tenían ya nada que ganar, Ellis Piña y Pedro Flores fueron expulsados para evitar altercados y un par de minutos después el último silbatazo indicaba que era Polonia el nuevo campeón.

“La humildad que ha demostrado el equipo, su nobleza y sencillez que dejan todos en la cancha, somos afortunados de tener este grupo de muchachos que siempre entregan todo, no se hacen pequeño ante nadie”, fueron las primeras palabras de Paul Domínguez, uno de los entrenadores de la escuadra.

“Nadie creía en nosotros, gracias al esfuerzo de todos los muchachos y quienes nos apoyaron, a los que no creyeron en nosotros, también nos hicieron más fuertes”, dijo Ángel Zapata, el otro entrenador.