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‘El muro del miedo está cayendo’

Por Rosalío González

Publicado el jueves, 2 de marzo del 2017 a las 09:04


Entrega firmas que respaldan su candidatura independiente a la Gubernatura.

Saltillo, Coah.- A las 9:24 horas de ayer, la primera ola morada avanzó hacia el Instituto Electoral de Coahuila, un mar púrpura en el que iba Javier, “el Guerrero de Coahuila”, al frente. Eran las primeras horas del periodo para que los aspirantes independientes a un cargo de elección popular entregaran sus firmas recabadas, y los “guerreristas” no quisieron esperar para hacer muestra de su fuerza.

Javier caminaba acompañado por su esposa Nicté, la mujer de todas las batallas, “la guerrera de Guerrero”, una señora de estatura promedio que apenas le llega arriba de los hombros a su esposo, al que no suelta en la marcha. Nicté es el soporte, que lo mismo grita que canta, el brazo derecho del hombre que quiere gobernar a Coahuila.

Un tambor de grave sonido retumbaba al interior del mar púrpura. “¡Sí se pudo, sí se pudo!”, gritaban todos. Javier parecía águila a punto del vuelo, extendía los brazos, emocionado por su primera victoria fuera del PRI. “Nadie nos va a parar”, rugía la marea independentista.

Un enorme cartel rotulaba la marcha: “Gracias a los casi 200 mil coahuilenses dignos y valientes seguimos haciendo historia”, se leía. El diputado federal con licencia levantaba el puño al ritmo del grito de “¡Duro, duro!”.

Una mujer corría con unas carpetas en la mano, después se supo que contenían el discurso que Guerrero daría en la explanada del IEC, sostenido de un barandal y de su inseparable compañera de vida, Nicté.

Músculo electoral

Todavía no llegaban al Instituto Electoral, cuando ya se sabía que llegarían más cajas con firmas para darle un último espaldarazo al movimiento. “Vamos a completar las 200 mil firmas”, se dijo en los entretelones del mitin.

El IEC le puso como requisito a Javier, Lucho y Rosa Linda, los tres aspirantes a candidaturas independientes, que recabaran 30 mil 134 firmas (cada uno) para registrarse como candidatos, Guerrero llevó casi 200 mil, no quería dudas ni sorpresas, aplicó el popular dicho “más vale que sobren a que falten”.

La de ayer fue también una muestra de fuerza. “Si hubiéramos tenido más tiempo seguramente hubiera juntado más firmas porque hay muchos ciudadanos dignos en Coahuila”, dijo el político lagunero.

De acuerdo con las cifras, Guerrero superó por 463% la cantidad de firmas que el IEC necesitaba para registrarlo, ahora el instituto tiene la tarea de digitalizarlas para enviarlas al Instituto Nacional Electoral y validar la candidatura de Javier.

Se trata del candidato independiente a la Gubernatura que más firmas ha recabado de acuerdo con los registros; 200 mil firmas que si se convierten en sufragios representan casi la mitad de los votos que emitieron los priistas el domingo pasado en la elección interna de la que salió elegido Miguel Riquelme como candidato tricolor.

El discurso

“Decía Luis Donaldo Colosio el 6 de marzo de hace 23 años, que el cambio con rumbo y con responsabilidad no puede esperar”, dijo Javier Guerrero, cuando leía la cuarta de cinco hojas que formaron su discurso.

“Rumbo, para desmantelar este entramado de ilegalidad, que permitió endeudar al estado a límites intolerables; desmantelar la incompetencia, el amiguismo, el encumbramiento de la mediocridad.

“Responsabilidad, para construir los consensos y los instrumentos necesarios para que la participación de todos sea real en los asuntos públicos”.

Ahí estaba la inseparable Nicté y su hija. A Javier lo interrumpían cada tantos minutos los gritos de los simpatizantes que eufóricos gritaban, brincaban y mostraban los puños al aire a la menor provocación del discurso.

“¡Terminemos de derrumbar el muro del miedo!”, exclamó Guerrero al grito de guerra. “¡Vivamos nuestra primavera democrática en Coahuila!, ¡ya lo logramos porque somos guerreros!, ¡porque juntos ya pudimos y podremos más!”.

Así finalizó la intervención que fue amplificada por una bocina colocada en la parte trasera del candidato, de la que retumbaba la satisfacción de la tarea cumplida, del palomeo de un gran reto, recabar municipio por municipio coahuilense la cantidad de 200 mil voluntades en forma de firma.

De nuevo el chico del tambor corrió a meterse entre los simpatizantes e hizo retumbar su grave sonido. “¡Duro, duro!”, gritaron, mientras Javier se dio la media vuelta para tomar un diablito metálico que portaba cinco cajas de cartón, que contenían 45 mil firmas, las primeras que entregaba.

Entró por la puerta del IEC faltando un minuto para las 9:50, fue recibido por los trabajadores que acondicionaron una fila de mesas en la planta baja del edificio para recibir a Guerrero y a todos los que quisieran entregar sus firmas recabadas.

Hizo entrega con la respectiva advertencia: “Exigimos al IEC en este acto el compromiso para que preserve la información entregada, puesto que son responsables del manejo de la información y de evitar que sea utilizada para actos de amedrentamiento de los firmantes y de cualquier simpatizante a partir de ahora y hasta el final de los comicios”.

Entre los simpatizantes, que eran 300 aproximadamente, se hizo un gran silencio, con Javier apenas había entrado una comitiva de operadores y los que pudieron mediante empujones entrar al salón donde se entregaron las cajas.

En el grupo de gente, de quienes ayudaron a recolectar firmas e incluso entre quienes firmaron hay cierto dejo de temor, que se ha visto aplastado por la felicidad que les ha dado conseguir el apoyo de 200 mil personas.

El temor es porque están sufriendo, según Javier Guerrero, las consecuencias por apoyarlo, los están despidiendo de sus empleos y quitándoles beneficios gubernamentales como las becas académicas.

“Hoy me propongo encabezar una candidatura independiente al Gobierno del Estado para responderle a todos los coahuilenses. Hoy tengo la certeza de que el muro del miedo está cayendo en Coahuila. La dignidad florece y se va a multiplicar en esta primavera ciudadana que juntos hemos hecho posible”, finalizó.

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