Monclova Coah.- Constructor del panismo monclovense al lado de otros albiazules de la vieja guardia y protagonista de epopeyas por la defensa del voto, Adolfo García García escribió históricos capítulos en la búsqueda de la democracia, pero el martes por la mañana falleció tras prolongada enfermedad que fue minando su salud hasta el desenlace.

Desde finales de la década de los 70’s y en los 80’s, en diversas ocasiones los fusiles de militares apuntaron hacia su persona cuando encabezaba emotivos movimientos en defensa del voto ciudadano, pero entonces don Adolfo entonaba el Himno Nacional al lado de los ciudadanos y lograba que los soldados bajaran sus armas de fuego.

Desde fechas atrás la desgracia tocó las puertas en la casa de la familia García Castillo, cuando don Adolfo sufrió embolia cerebral, pero enseguida dos réplicas, lo que finalmente apagó su existencia a las 9 de la mañana con 30 minutos del martes.

En 1978 formó parte de la campaña del entonces candidato panista a la alcaldía Carlos Páez Falcón, quien se convirtió en el primer Presidente Municipal en Coahuila surgido de las filas albiazules, y de 1985 a 1987 fue regidor en el Ayuntamiento mixto que presidió Alfonso Villarreal Martínez.

En los años ochentas fue parte de una generación de ciudadanos que luchaban por el despegue de la democracia y el respeto al voto en esta localidad en medio de hostilidades ante policías de diferentes corporaciones, y en tiempos en que el Ejército Mexicano intervenía vigilando las jornadas electorales municipales.

Con una trayectoria laboral de 30 años en la Siderúrgica Uno de Altos Hornos de México, donde trabajó en el departamento de Taller Eléctrico, intervino también en 1969 en las lides sindicales como segundo vocal del Consejo de Vigilancia y Justicia en la Sección 147 del Sindicato Minero.

Su hijo, Adolfo García Castillo recuerda aquellos históricos episodios de 1984 en la política monclovense, cuando en ese año fueron anuladas las elecciones municipales después que el ahora extinto panista Pedro Esquivel Medina y el priísta Salvador Martínez Cantú proclamaban la victoria y reclamaban ambos la estafeta de alcalde, después de unos comicios bastante disputados y acalorados.

Después de varios meses de duplicidad de ayuntamientos, finalmente el Congreso Local instaló un Cabildo mixto con un 50 por ciento de asientos para el PRI y otro porcentaje similar para Acción Nacional que incluyó a don Adolfo García, quien durante el ínter encabezó plantones, manifestaciones, marchas y largas jornadas de protesta en defensa del voto.

Al sepelio acudieron ayer algunas figuras del panismo local como los diputados Mario Dávila Delgado y Esther Quintana Salinas, además del ex alcalde Carlos Alberto Páez Falcón, entre otros.

Jesús Castillo Suárez, cuñado del extinto panista y ex secretario general de la Sección 147 del Sindicato Minero, señaló que Adolfo García García nació hace 75 años en Congregación Rodríguez, municipio de Abasolo, Coahuila, de donde desde joven emigró a Monclova para ingresar a laborar a la Siderúrgica Altos Hornos de México.

García García estaba casado con doña Alicia Castillo Suárez, con quien procreó a Adolfo, Gerardo, Arturo, Irasema, Elda y Alicia García Castillo.

Fue también director en el Museo Municipal “El Polvorín; titular en el departamento de Alumbrado y también jefe del área de Pavimentación en diversas administraciones, aunque igualmente incursionó como candidato a cargos de elección popular porque en 1981 abanderó a Acción Nacional para la diputación federal.

Al interior de Acción Nacional presidió el Comité Municipal en tiempos en que panistas y priístas protagonizaban comicios muy disputados cuando llegaba el momento de renovar el Ayuntamiento monclovense.

A las 10 horas de ayer, los restos de Adolfo García fueron llevados al templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y una hora después el féretro fue transportado hacia un cementerio privado ubicado en Frontera, donde finalmente el cuerpo rindió tributo a la madre tierra.

Desde el púlpito, los predicadores dijeron que desde joven don Adolfo fue hombre religioso, con liderazgo y vocación política. Descanse en paz.