Coahuila
Por Paúl Garza
Publicado el domingo, 22 de octubre del 2017 a las 09:05
Allende, Coah.- Las estadísticas no mienten: la segunda causa de mortandad en los mexicanos en el país es por enfermedades del corazón y los coahuilenses ocupamos el tercer lugar en esa espiral de la muerte.
El reconocido médico internista, Jesús Lozano González, destacó en entrevista que existen más de 300 factores que predisponen a desarrollar una isquemia en el corazón y a partir de los 20 años de edad, la hipertensión arterial se convierte en la causa más frecuente.
El ex Catedrático e ex Internista de la Secretaría de Salud, retirado pero sin dejar atender desde el consultorio en su casa a los pacientes con enfermedades relacionadas con el corazón, el doctor Lozano González subraya en sus análisis que la incidencia se acentúa más en países subdesarrollados.
Una retrospectiva de la salud en el Siglo XVIII permite detectar la angina de pecho en personas obesas y como causa del infarto al miocardio; sin embargo, en el XIX la ministración de medicamentos con nitritos redujo los problemas de angina de pecho.
En el Siglo XX, los adelantos tecnológicos determinaron con mayor precisión el daño y la predisposición en las enfermedades cardiovasculares.
En este caso especial, puntualiza el doctor Lozano, en México, la enfermedad coronaria isquémica del corazón ocupa el segundo lugar de mortalidad, después de la diabetes mellitus, lo cual no por ello deja de tener una alta incidencia.
Y al preguntarle sobre las causas predisponentes a sufrir un infarto, el especialista cardiovascular a sabiendas que era una pregunta obligada, una vez documentado, soltó el siguiente dato: Desde luego sobresalen las más frecuentes como la hipertensión arterial, problemas de grasas en la sangre o dislipidemia, el tabaquismo, obesidad, dieta baja en vegetales, diabetes, el estrés sico-social, enfermedades mentales como la depresión, el consumo del alcohol, la terapia de substitución hormonal en las mujeres menopáusicas, la hipertrofia en el ventrículo izquierdo del corazón, éstas dos causas últimas fueron descubiertas gracias a los grandes adelantos tecnológicos a partir del Siglo XXI.
Con esa precisión que le caracteriza al doctor Lozano, muy dado a la investigación y a documentar sus afirmaciones, afirma con cierto alivio que dicho factores son modificables, es decir, “podemos incidir sobre ellos para evitar el riesgo de una enfermedad isquémica del corazón, la angina de pecho o infarto al miocardio, y también la enfermedad vascular cerebral que por cierto aumentó dramáticamente su incidencia en el Siglo XX”.
No obstante ello, existen factores no modificables como es la herencia genética, el género, la raza o la etnia, el exceso de un aminoácido que producimos y que se relaciona con la enfermedad coronaria, la inflamación en el caso de vasculitis, las enfermedades autoinmunes en la que reaccionamos en contra de nuestro organismo y que predisponen a un daño coronario.
Otra de las situaciones que merece atención aparte es la coagulación anormal en la sangre, demasiado espesa y la cual predispone a una trombosis, que a su vez causaría un infarto al miocardio y cardiovascular a nivel cerebral, comentó el médico internista originario de Allende, quien prefirió mejor quedarse en su querido terruño que alojarse en el frío lujo de un hospital o consultorio de las grandes ciudades.
Y por si no bastaran estos factores, las infecciones por bacterias y las neumonías generan las inflamaciones con vasculitis que predisponen a su vez a un infarto al miocardio.
A la pregunta si la edad es también predisponente, proporcionó un dato que pocos conocen: en México específicamente, el 30.8 por ciento de la población es hipertensa a partir de los 20 años de edad.
Las investigaciones del tema arroja malas noticias también para los norteños: las entidades federativas con mayor incidencia de enfermedades isquémicas del corazón son Sonora, Tamaulipas y Coahuila en ese orden, lo que nos deja a los coahuilenses en un tercer lugar nada honroso y terriblemente preocupante.
Por desgracia la cercanía con el vecino país del norte ha modificado nuestra dieta al dejar la alimentación saludable y natural de frutas y vegetales, y preferir la comida chatarra, procesada y enlatada de los obesos norteamericanos. A nivel mundial únicamente los países más desarrollados han modificado su estilo de vida alimentario con medidas preventivas desde la educación y la información al alcance del consumidor antes de adquirir sus alimentos.
Aunque en México se ha adoptado este tipo de políticas, no se llevan a la práctica puesto que el incremento de las enfermedades sigue en incremento. Y como último caso está el depósito de grasa en las arterias coronarias que reducen su luz y disminuyen su circulación sanguínea que desarrolla un cuadro de infarto.
“Desde 1940 se han identificado más de 300 factores para desarrollar la enfermedad isquémica del
corazón”.
Si le agregamos la diabetes, el tabaquismo, el alcohol, la obesidad y el sedentarismo creamos el cocktel mortal para el infarto.
Hay que mencionar también el factor estrés laboral y económico, propio de las presiones a las que la gente está sujeto, pero se agrava si no cuidamos el peso, somos fumadores, tenemos diabetes y alta presión, lo cual potencializa para ser víctimas de una enfermedad isquémica coronaria.
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