Piedras Negras.- “Su familia estaba desesperada buscándola, su mamá parecía que se volvía loca la pobre. Nadie creía que estaba tan cerca. Era una muchachita delgadita, bien tranquila y muy bonita, se lo digo yo que la conocí.

“Nosotros la vimos el día que salió de su casa, yo estaba caminando aquí afuera porque hacía mucho calor. La vimos salir del portón y después caminar hacia la esquina.

“Al otro día todos estaban alborotados porque no la encontraban. El baldío comenzó a oler a puro animal muerto, y no se nos hizo extraño porque la gente siempre tira los perros aquí”.

El viernes 14 de julio, la madre de Yuliana Rubí reportó ante las autoridades la desaparición de su hija una noche antes: “tiene 12 años, es delgada, piel aperlada, y vestía una blusa a rayas”.

PASÓ SOLA ANTE LA CÁMARA

“Le voy a seguir contando –dice la vecina–, nosotros tenemos cámaras afuera de la casa por cuestión de los robos. En el video se grabó cuando la niña pasó sola, pero nada más eso, porque la cámara apunta hacia el frente de mi casa y no hacia el largo de la calle.

“Nosotros no sabíamos para dónde iba la niña, ni le preguntamos. Sólo supimos que no regresó y que la estaban buscando. Su familia pidió ayuda pero nadie daba con ella, hasta el lunes.

“El lunes iba para la carnicería pasado el mediod0ía, y un niño de los que anda aquí en la calle se metió al baldío –ubicado en la esquina de las calles 5 de febrero y Anáhuac– para hacer pipí, siempre se meten ahí, no van hasta su casa.

“En eso estábamos cuando salió el niño corriendo y me dijo que vio un pie. Pensé que era un animal, porque estaciono mi carro ahí y no había visto nada extraño, sólo el olor que para entonces ya era insoportable.

“Por curiosidad me metí al baldío y vi a la niña. ¡Ay Dios mío santo!, me salí corriendo y gritando como loca, grité bien espantada por lo que había visto, sentí que me desmayaba de la impresión.

“El cuerpo de la niña estaba tirado en el baldío, su piel era negra porque fue mucho el tiempo que estuvo ahí. No se me olvida esa imagen que vi, es algo que no se le desea a nadie.

“Cuando grité todos los vecinos se asomaron, entre ellos la familia de la niña que viven a dos casas del baldío. Rápidamente alguien le habló a las autoridades y vino la Policía Ministerial.

“Fueron los elementos de seguridad quienes no dejaron que la mamá de Yuliana se acercara al baldío a ver el cuerpo, hubiera sido algo muy fuerte para ella, era su hija la que estaba ahí”.

‘AQUÍ VIVIMOS…’

“Pero a pesar de que no la vio estaba gritando muy desesperada, fue una tarde muy fea –por decirlo menos– para la colonia Mundo Nuevo, en Piedras Negras, imagínate, esta es nuestra casa, aquí vivimos, hemos convivido siempre y encontramos a una muerta.

“La familia de la niña no habla con nadie sobre esto, son unas personas muy reservadas, fue muy difícil porque además de asesinada la niña fue violada –según lo arrojado por las investigaciones policiales–.

“Ahora por eso estamos organizados –dice la vecina–, en la tarde vamos a ir a platicar con el señor que renta departamentos aquí cerca para advertirle que no le vamos a permitir que meta a gente que viene de fuera.

“Nuestro miedo es porque el –supuesto– asesino de la niña no es de aquí, sino de Veracruz, nosotros no lo conocíamos, nunca lo vimos pretender a la niña ni venir a su casa.

“¿Se entiende lo que le digo?, aquí viven muchas familias y nos vamos a cuidar. Después de que encontraron a la niña en el baldío nos organizamos para limpiarlo, no todos cooperan pero la mayoría sí, sobre todo los jóvenes cuando salen de trabajar.

“Con el tiempo nos hemos cansado de pedirle ayuda a las autoridades, nunca nos hicieron caso cuando les dijimos que deben limpiar este baldío, por eso nosotros tomamos la iniciativa, porque si no cuándo.

“A esta pobre mujer le entregaron muerta a su hija, recién la han enterrado, ni siquiera la pudieron velar tranquilamente porque su cuerpo estaba muy descompuesto, yo lo vi, por eso lo estoy diciendo, nadie me lo va a contar.

“¿Cómo que cuál es mi exigencia?, pues la seguridad, que nos hagan caso porque no nos sentimos seguros después de esto y que la persona que mató a la niña reciba castigo y no lo dejen libre como es la costumbre de las autoridades”.

Todo esto lo narra una vecina, portavoz del resto de habitantes que observa desde las puertas de sus casas. Están de luto por lo sucedido.