San Buenaventura, Coah.- Padre e hijo, otro huésped e incluso el trabajador de un céntrico hotel de este municipio, vivieron horas de angustia luego de haber sido extorsionados por sujetos que se dijeron pertenecer al grupo delictivo Cártel Jalisco Nueva Generación.

Las personas estaban en un hotel y recibieron la orden de cambiarse a otro para recibir instrucciones antes de hacer el depósito de una fuerte suma de dinero.

Trascendió que el empleado del sitio denominado “La Conchita”, de nombre Jesús Miguel Martínez, recibió la llamada de un sujeto que se hizo llamar “Comandante 17”, mismo que con amenazas le exigió decir cuánto dinero había en caja.

Asustado, Jesús no tuvo más remedio que indicar que eran 10 mil 500 pesos en efectivo, pero luego recibió otra orden preguntando cuántas personas estaban alojadas en el inmueble ubicado en la calle Hidalgo.

La víctima cometió el error de indicar que tres, siendo entonces que el sujeto que estaba al otro lado del teléfono le ordenó ir a cada una de las habitaciones, tocar la puerta y darles el teléfono a los clientes.

El empleado llegó primero al departamento número 19, donde salió el doctor Isaac Fernando Vázquez, originario de San Pedro Garza García, a quien le pasaron el aparato móvil y tras escuchar al delincuente, regresó a su cuarto y salió para entregar la cantidad de 1,000 pesos a Jesús Miguel e incluso asustado le pidió no decir nada, para luego marcharse de ahí.

Posteriormente, Martínez, quien continuó escuchando las violentas órdenes, se enfiló a otra habitación, la número 16, en este lugar estaba el señor Manuel Godina Bañuelos y su hijo Manuel Godina López, de 19 años, originarios de Torreón, quienes recibieron otras instrucciones.

El “Comandante 17”, con amenazas, logró que salieran del lugar y se dirigieran a otro hotel, el “Gran Plaza”, a varias cuadras de donde estaban hospedados, por suerte alguien dio aviso a las autoridades.

Fue un compañero del trabajador de “La Conchita” quien descubrió la farsa.

Eduardo Mendoza no encontró a Jesús Miguel, había un recado en la recepción que decía Cártel Jalisco Nueva Generación, una habitación abierta y fue entonces cuando le marcó a su patrón, el señor Enrique Ayala Quintanilla, que no dudó en dar parte al número de emergencias.