Arte
Por Christian García
Publicado el sábado, 11 de noviembre del 2017 a las 04:04
Saltillo, Coahuila.- Una fresca noche de música clásica fue lo que los saltillenses recibieron la noche del jueves gracias al Bolero de Ravel, el quinto concierto de temporada de la Orquesta Filarmónica del Desierto (OFDC), que se presentó en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler con un variado programa que fue una delicia para los escuchas.
Con un público deseoso de llevarse el recuerdo de la música en sus oídos, el concierto comenzó con la Obertura de la Ópera Nabucco, de Giuseppe Verdi. Los asistentes escucharon las suaves tonadas de las cuerdas y los metales en perfecta armonía, mientras Natanael Espinosa dirigía a la Orquesta.
La segunda pieza fue especial, pues marcó el debut del pianista Alejandro Miyaki en la filarmónica: el Concierto Número 1, del ruso Piotr Illich Tchaikovsky.
A través de las cuerdas suaves de los violines, que hicieron un repunte con los graves y profundos del contrabajo, Miyaki deslizó sus dedos sobre las teclas del enorme piano localizado en el centro del escenario.
El programa terminó con la obra que dio nombre al concierto, el Bolero de Maurice Ravel, pieza elegante y enérgica que necesitó a un número extra de músicos para ser interpretada.
Ente los esfuerzos de Espinoza y sus instrumentistas, el ambiente se calentó para que el público pudiera enfrentarse a las bajas temperaturas que lo esperaba fuera del recinto.
La Filarmónica del Desierto aún tiene conciertos en puerta, además del clásico ballet El Lago de los Cisnes, presentará, con la UAdeC, Luisa Fernanda, zarzuela de Federico Moreno Torroba, el próximo 24 de noviembre en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler.
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