Piedras Negras, Coah.- Las recientes lluvias representan para los hatos ganaderos una mejora total y la garantía de tener alimento.

Jesús Saucedo Ornelas dijo que el ganado estaba en su punto más crítico al tener el pasto calcinado y además secos los estanques.

El entrevistado explicó que cuando el pasto se calcina provoca que los nutrientes naturales para el ganado se eliminen al secarse.

Las precipitaciones han sido providenciales, pues se recuperaron los mantos freáticos, arroyos y el pasto reverdecerá muy pronto.

Para los ganaderos esto significa que no habrá necesidad de sacrificar a los becerros, pues las vacas tendrán los alimentos y leche.

Guerrero depende del campo y gracias a las lluvias habrá la humedad suficiente para la siembra de avena y sorgo para alimentos.

“La tierra es noble y con estas lluvias quienes dependemos del campo tendremos en esta época del otoño una floreciente primavera”.

Los veneros se recuperarán y será buena temporada para empezar a sembrar, teniendo el ciclo de otoño-invierno bien asegurado.

Con el agua el campo revive, estas lluvias sin duda revivieron a un campo que agonizaba para dar una esperanza de que producirá.

“Estábamos en el punto límite para empezar a sacrificar vacas que tuvieron crías, pero no contaban con la leche para alimentarlas”.