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Coahuila

Hasta el próximo año…

Por Silvia Guadalupe Garza Galván

Hace 3 años

Queridas amigas y amigos, estamos ya en la recta final de un año intenso como nunca, decía la semana pasada, que todos en el mundo hemos tenido que gestionar cualquier cantidad de emociones afrontándolo con lo mejor que tenemos como seres humanos, no obstante, otro ángulo que no debiéramos perder de vista es que la pandemia básicamente nos ha obligado a detenernos, hemos tenido que hacer un alto en el camino, lo que aparentemente ha generado un caos.

Según la Real Academia de la Lengua Española, caos puede ser entendido como confusión y desorden; con la llegada de la pandemia hemos perdido todo orden conocido y esto ha ocasionado una serie de consecuencias en cadena, en lo emocional, lo individual, lo colectivo y por ende ha impactado todos los aspectos sociales y económicos en el mundo.

Lo cierto es que este aparente caos, sin duda alguna no surgió de un día a otro, es preciso asumir que la pandemia, es el resultado de nuestra mala relación o al menos –nuestra indiferente relación– con nuestro entorno, entendido como el medio ambiente y el aparente desconcierto que esto ha generado, tiene sentido a partir de ello.

Desde hace mucho tiempo la naturaleza se está manifestando y los esfuerzos por hacer conciencia de la importancia que conlleva nuestra relación con la misma, a nivel personal y luego gubernamental ha significado un proceso mucho más lento que la velocidad con la que se ha deteriorado el medio ambiente.

No podemos soslayar que 2019 prácticamente lo concluimos con la Declaración de Emergencia Climática por el Parlamento Europeo, ante la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del calentamiento global y en consecuencia del cambio climático, este año lo comenzamos con los incendios masivos en Australia, a causa de las altas temperaturas y las sequías, lo que trajo como resultado la pérdida de más de 10 millones de hectáreas y los estimados sobre la pérdida de la vida de más de un millón de animales y por supuesto, estos incendios también costaron vidas humanas, con la consecuencia inmediata que supone la recuperación de las áreas que arrasaron los incendios, eso se llevará décadas, lo que representa al mismo tiempo una situación sumamente crítica para las especies en peligro de extinción.

En nuestro país, no podemos dejar de lado las graves afectaciones por las torrenciales lluvias en Tabasco, esto sin contar la errática visión del Gobierno mexicano que ha castigado severamente los presupuestos destinados a Medio Ambiente, que en todos los sentidos significan un retroceso a los últimos 30 años de trabajo, apostando por la incentivación del uso de combustibles fósiles.

En términos generales la afectación al medio ambiente, se deriva directamente de los procesos económicos, entendidos como la producción masiva de bienes y servicios, nuestros modelos actuales se basan fundamentalmente en la explotación excesiva de los recursos naturales y por ende estas acciones han traído en consecuencia altos niveles de contaminación, esta situación no es nueva, el desarrollo económico es indispensable para avanzar hacia el progreso, desde la década de los 70 y desde entonces, a nivel internacional comenzaron a tomarse acciones que poco a poco han venido introduciendo el compromiso de los gobiernos para la preservación y conservación del medio ambiente.

Por ello hoy, a punto de concluir 2020, es urgente entender que la necesidad de cambiar los paradigmas –hasta ahora conocidos– ya no es una opción sino parte de la nueva realidad, apostar por la creatividad que nos conduzca a la implementación de una economía circular, porque esto es lo que sigue, las energías renovables conllevan una transición económica justa y la reactivación económica debe ser verde con visión de un desarrollo sustentable.

Esa es parte de las enormes lecciones que nos deja este año tan difícil para todos como individuos y al mismo tiempo como sociedad, pero al mismo tiempo es parte de las soluciones.

Este año, ciertamente “tuvimos” que hacer un alto, pero también hemos visto que hemos sido “capaces” de hacerlo, por ello con esa convicción, les deseo un gran año nuevo, México nos necesita a todos y cada uno de nosotros.

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