Monclova, Coah.- En los cómics y las películas de “Los Vengadores”, Tony Stark (Iron Man) y Bruce Banner (Hulk) son los “cerebros” del grupo: Con su intelecto y no sólo sus súper habilidades, aportan estrategias e ideas para apoyar al equipo y salvar al mundo de terribles enemigos.

Roberto Alejandro Durán Ortega y Carlos David González Morado, ambos alumnos del sexto grado sección “A” de la primaria Chamizal, no son superhéroes, pero como Iron Man y Hulk, también sobresalen por su inteligencia, constancia y esfuerzo, cualidades y valores que los mantienen en los primeros lugares de aprovechamiento en la región y que a la postre, los llevarán muy lejos.

Ambos tienen frente a sí una épica batalla académica, ya que el próximo 20 de mayo participarán en la etapa estatal de la Olimpiada del Conocimiento. Si resultan estar entre los 30 mejores promedios, visitarán la residencia oficial de Los Pinos, para convivir con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

En el marco del Día del Niño, Carlos y Roberto, así como los padres de ambos, compartieron sus experiencias y sueños, en una “heroica” jornada, que para los pequeños apenas va comenzando.

‘QUIERO CONTAR HISTORIAS’

Roberto “El Matemático” Durán, ostenta una impresionante habilidad para los números. Sin embargo, más allá de ser un experto en esta ciencia, señala que cuando crezca quiere ser cineasta, para compartir sus historias con el mundo.

“Me gusta el cine, las películas que más me gustan son las de acción”, menciona Roberto, indicando que está listo para ver la nueva película de Marvel, “Guardianes de la Galaxia Volumen 2”.

“Quiero crear historias para que todos las disfruten”, agrega, con una amplia sonrisa en su rostro. “Lo que me llama la atención cuando veo las películas es la creación de historias, es algo que me interesa mucho”.

Su madre, la doctora Nancy Ortega Moreno, añade que desde muy pequeño, Roberto ha escrito guiones y dibujado cómics; al tiempo que el niño reitera que tiene sus historias “para cuando sea grande, hacer las películas”.

En tanto, su padre, Eduardo Jasso Martínez, recuerda que desde que cursaba el preescolar, el pequeño empezó a demostrar su habilidad con las matemáticas y su interés por aprender muchas cosas.

Sobre su excelencia en el manejo de los números, el propio Roberto reconoce, con una humildad propia de la inocencia de la infancia que “yo tampoco me lo explico (de dónde viene). Las Matemáticas me gustan porque son una materia que se me facilita más que cualquier otra”.

“Se me dificulta mucho la Geografía, y antes la Historia, pero ya me va mejor”, agrega, con una ligera carcajada.

Sobre su próxima participación en la etapa estatal en la Olimpiada del Conocimiento, Roberto comenta que está ávido por acudir a la capital del país.

Sin embargo, añade que “no es tanto por ir a México; es por ganar, quiero ganar”.

En este contexto, sus padres reiteran que Roberto es bastante competitivo, y él mismo se exige buenas calificaciones. Su madre subraya que los padres deben saber identificar el potencial de sus hijos, pero sin presionarlos.

“Le decimos que para nosotros él no es un número… lo que nos interesa es que aprenda. Las matemáticas como que no las estudia mucho, él ya trae esa habilidad”, indica.

En tanto, el doctor Jasso interviene para mencionar que los maestros no deben limitar las habilidades de los niños.

“A él le pasó que cuando estaba en segundo año, hizo una tarea, con unas fracciones de más. La maestra le dijo que eso no debió contestarlo, porque eran fracciones de tercer año, que se esperara. Entonces, lo que yo creo es que si los niños tienen alguna habilidad que puedan desarrollar, no los frenen”, indicó.

Finalmente, emotiva, la madre de Roberto le dedicó unas palabras a su hijo, recalcándole que debe seguir sus sueños hasta alcanzarlos y que “siempre estaremos con él, apoyándolo, y sus triunfos también son nuestros”.

‘QUIERO SER BIÓLOGO’

“Desde muy chiquito, él tenía más facilidad (que otros niños) para percibir las cosas, para entenderlas, para desarrollarlas”, menciona el padre de Carlos David, el ingeniero David González Zamora, sobre su vástago.

“Veía libros de dinosaurios desde muy chiquito, ahí empezamos a notar que se inclinaba más por los animales, trataba de aprenderse los nombres uno por uno”, añade su mamá, la licenciada en Sistemas, Aída Araceli Morado Sánchez.

“En preescolar, los profesores se enfocaban en él por su inteligencia alta, desde muy pequeño desarrolló muchas habilidades”, añade. “Le gusta mucho leer libros, le gusta investigar a fondo diferentes temas, desde siempre él ha demostrado eso”.

Inquieto y sonriente, Carlos, de 11 años, obtuvo el primer lugar en la etapa regional de la Olimpiada del Conocimiento. De 70 preguntas en la evaluación, acertó en 59, resultado que lo colocó además en el onceavo puesto de esta prueba en todo Coahuila.

Además, ha destacado en la práctica de deportes como futbol, basquetbol y voleibol.

“Como dicen mi mamá y mi papá, soy muy fan de los animales desde chiquito, pero me gusta más la Historia”, señala el propio Carlos, sobre sus aficiones académicas.

“Es un tema que siempre me ha llamado mucho la atención… no soy muy fan de los cuentos clásicos, pero uno que me gustó mucho fue Robin Hood”, agrega.

“Ahí empecé con la época medieval, y dije ‘¿cómo será eso más a fondo?’ En sexto año estamos viendo la Edad Media en Europa, que fue donde más se desarrolló; desde los libros empecé a formarme y de ahí, me llamó la atención cómo el pasado repercute con el presente”, agrega el pequeño, con natural elocuencia.

Cuestionado sobre sus pasatiempos, Carlos, con semblante serio, menciona que actualmente no dedica mucho de su tiempo al esparcimiento, ya que acude a cursos de preparación para entrar a la secundaria.

Sin embargo, agrega que cuando se apasiona con algún libro, “me paso toda la tarde leyéndolo”.

“Hay veces que me interesa mucho un tema y voy y lo investigo a la computadora, me gusta ver videos también con temas de interés, me interesa saber cómo funcionan las cosas. Una vez vi un video de Física Cuántica y al principio no le entendía, pero más o menos ya voy aprendiendo”, destaca, hablando de la complicada asignatura como si se tratase de un juego.

Entre todo este ambiente intelectual y de aprendizaje, la madre de Carlos reitera que es importante que los niños sean niños, lo que también sucede con su vástago.

“Ellos tienen la libertad… estamos detrás de ellos, pero no van a estar así todas las tardes. Si quiere jugar futbol, él va; si tiene que entrenar a las 2:00 de la tarde, su papá está aquí con él. Él tiene la libertad también de jugar sus videojuegos”, reitera.

A pregunta expresa, Carlos señala que mientras ha pensado en ser maestro o médico cuando sea grande, ha decidido que quiere convertirse en biólogo, dado su amor por los animales.

Para finalizar, los progenitores de Carlos recomendaron a los papás de los niños aplicados que no los presionen, y les demuestren siempre su apoyo incondicional.

“El apoyo es incondicional, si se trata de desarrollar un nivel académico, adelante, pero sin la presión”, señala su madre. “La presión, en lugar de motivarlos, baja su autoestima… simplemente hay que apoyarlos, decimos ‘¿nos vamos por este camino? Pues nos vamos’, pero sin la presión”, subrayó la entrevistada, al tiempo que su esposo reitera que lo mejor es apoyar a los infantes para que fluyan los conocimientos que puedan ir desarrollando.