Deportes
Por Agencias
Publicado el sábado, 27 de mayo del 2017 a las 20:53
Ciudad de México.- El final de la corrida ha sido el más inesperado, el más estrambótico y también el más heroíco en lo que llevamos de San Isidro. Sí, es que Joselito Adame entró a matar al sexto toro sin muleta, a cuerpo limpio, jugándosela. No tenía salida. Había que encunarse entre los pitones y hundir el acero. Ejecutó la suerte a cara y cruz y salió cara. Estocada fulminante y cogida inevitable, cayendo toro y torero a la vez. Adame debajo de la mole. Conmovió a la plaza y hubo oreja. Oreja a un gesto torero. No añado más. Ah, y hubo una tanda soberbia de naturales de frente a este mismo toro.
Adame había estoqueado a este ejemplar en sustitución de Franciso José Espada, cogido al entrar a matar al toro de su confirmación, sufriendo traumatismo craneoencefálico y traumatismo facial. Fue una cogida espeluznante. El muchacho había arriesgado para tapar dignamente una actuación trapacera con la muleta.
Notas Relacionadas
Más sobre esta sección Más en Deportes
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas
Hace 4 horas