Saltillo, Coahuila.- Esta semana, los candidatos a la Gubernatura comenzaron la “batalla” por el voto del sexo que más representatividad tiene en las urnas: las mujeres, pero principalmente las amas de casa, uno de los grupos más necesitados de la entidad.

El abanderado del PRI, Miguel Riquelme, prometió un “monedero rosa” para “pagar” a las mujeres por su trabajo en el hogar; el panista Guillermo Anaya anunció que de ser gobernador promoverá microcréditos para ellas; Guadiana se comprometió a la creación de programas sociales; Guerrero construiría redes de apoyo a mujeres en colonias, y Mary Telma les ha ofrecido guarderías y trabajo.

De acuerdo con la información del Instituto Nacional Electoral, las mujeres representan el 50.8% de los electores coahuilenses en este 2017, por eso la importancia de dirigir hacia ellas propuestas que afecten sus vidas; sin embargo, en ninguno de los dos debates programados se discutirá el tema de las mujeres ni la equidad de género.

Las ofertas políticas plantean caminos diferentes para sacar a la mujer del rezago económico y ponerla en oportunidades a la par de los hombres.

En el caso del candidato de la coalición Por un Coahuila Seguro, su plan es “pagarle” a las amas de casa su trabajo como tal mediante un Monedero Rosa, donde se les depositaría dinero mensualmente a un total de 150 mil mujeres, esta es una propuesta patentada por el PRI, pues en el Estado de México el candidato tricolor también promete este “monedero”.

Para el candidato albiazul, Guillermo Anaya, la mejor opción para fortalecer a las mujeres es proporcionándoles microcréditos para que puedan emprender sus negocios propios y afiancen su economía, familias, o bien dejen de ser totalmente dependientes económicamente de sus esposos.

La candidata del PRD, Mary Telma Guajardo, es la única mujer en la contienda por la Gubernatura y aprovecha su género para atraer el “voto rosa”, su apuesta ha sido ofrecer guarderías y trabajo a las madres solteras para que puedan mantener su hogar y se sientan acompañadas por el Gobierno.

¿Cuánto cuesta el trabajo de las amas de casa?

Se levanta antes de las 6 de la mañana para despertar a sus hijos que deben ir a la primaria. Les lava la cara, y mientras ellos se cambian les prepara el desayuno. Supervisa que se peinen bien y que no lleven arrugas en el uniforme, que la ropa no esté sucia, aunque durante el camino a la escuela que recorren en 20 minutos hay tierra suelta y charcos.

María Quiñones es una de las casi 200 mil mujeres que trabajan de amas en su propia casa. Tiene 36 años y depende económicamente de su marido, con mil 200 pesos a la semana para mantener un hogar donde viven siete personas. No descansa ni un solo día de la semana.

Por la cantidad de mujeres y principalmente amas de casa en el padrón electoral y la lista nominal de Coahuila, los candidatos a la Gubernatura se “pelean” por su voto. Mediante programas sociales y créditos pretenden atraer su simpatía y retribuir en “algo” lo que ellas hacen por su familia.

¿Cuánto cuesta el trabajo de las amas de casa?

¿Qué y cuánto hacen las amas de casa coahuilenses? ¿Cuánto dinero deberían recibir como pago por ese trabajo? Zócalo visitó las casas de varias mujeres que trabajan para su familia y esta es la respuesta.

Las jefas del hogar son las primeras en despertar y las últimas en acostarse. Cuando María deja a sus hijos en la escuela regresa a su casa para lavar los platos y vasos del desayuno y comenzar a preparar el almuerzo que después tiene que llevar a la escuela.

María pasa frente a la estufa de su casa una hora y media todos los días, porque tiene que preparar desayuno, almuerzo, comida, merienda “porque a mis hijos les gusta comer algo antes de cenar”, y la cena “para que cuando llegue mi marido a las siete de la tarde haya que comer y esté recién hecho”.

Dice que no le gusta lavar ropa, “antes sí me gustaba pero ahora que somos tantos ya no”. Lava hasta cuatro docenas de ropa dos veces por semana: el martes y el sábado que llega el agua a la colonia La Gloria, donde vive María con su familia.

María barre y trapea dos veces al día su casa que está formada por dos piezas: sala comedor y recámara. Barre y trapea tanto porque tiene cinco niños.

Frente al fregadero de los trastes María pasa media hora todos los días, porque lava y seca 20 platos e igual número de vasos todos los días, para que puedan volverse a usar.

…y enfermera

María también es enfermera –por necesidad–, “ahorita la niña chiquita está enferma” y su madre es la única que se queda desvelándose para cuidarla porque su padre trabaja y “no puede” desvelarse porque está cansado, ¿y María no?

La farmacia más cercana la abren a las 9 de la mañana y la clínica nos queda lejos –de La Gloria– por eso aprendió a inyectar y a tomar la temperatura de los niños.

Y es profesora… porque en las tardes, de las 4 a las 6 se pone a hacer la tarea junto con sus tres hijos que van a la primaria. Y sicóloga, porque escucha a su esposo cuando llega con los problemas del trabajo.

“No sé cuánto le cobraría a mi familia por este trabajo –dice– pero pensando en el esfuerzo la verdad sí les saldría caro”, –¿cuánto?–, “pues por lavarles la ropa les cobraría unos 200 por semana”.

Por hacerles de comer cuatro veces al día durante toda la semana otros 200 pesos, y por barrer y trapear otros 200, “y lo de las tareas y las llevadas a la escuela unos 100 pesos más”.

Monedero, trabajo, oportunidad…

“Las propuestas de los candidatos para ayudarnos son buenas, lo del monedero, el trabajo y la oportunidad de que una abra su propio negocio, pero me gustaría que en verdad se cumplieran, porque muchas mujeres ya están grandes de edad y ya no aguantan otros seis años sin recibir un apoyo que las sostenga”, pide María.