Saltillo, Coahuila.- Estados Unidos ha decidido sumar a México como parte de su territorio, como pasó hace 150 años cuando compró Texas y California. Los efectos de esta fusión y la creación de un nuevo país (Estados Unidos de Norteamérica) es la premisa de El American Dream (Planeta, 2017), la reciente novela del escritor y diplomático mexicano Enrique Berruga Filloy, quien comparte con Zócalo los detalles de esta aventura literaria.

El autor muestra, con un gran sentido del humor, una tierra y un escenario en donde los vecinos del norte intentan imponer el estilo de vida gringo a los mexicanos: combinar tacos y hamburguesas, whisky de Kentucky con mezcal de Oaxaca. ¿Qué podría salir mal?

-El escenario que planteas en la novela parece casi distópico y de ciencia ficción, pero suena realista si se considera que Estados Unidos ha invadido varias naciones a lo largo de su historia y ahora le llega el turno a México, un país que ellos ven herido. ¿De dónde proviene la idea de la novela?

“Nace por el deterioro que todos observamos en nuestro país. Si seguimos en esta ruta, nuestros vecinos tratarán de arreglar las cosas porque según ellos nosotros no podemos hacerlo. En mi actividad literaria intenté crear un escenario en el cual Estados Unidos anexa a México. Lo que hice fue crear una ruta intelectual sobre este panorama y ver también los cambios dentro de la autonomía y cómo lo tomaría el pueblo. Quise plantear los cambios que sufriría el país si algo así pasara”.

-Hay un dicho que dice “al bufón se le permite decirle verdades a un rey” y tu novela utiliza el humor amargo para demostrar lo que está mal. ¿Por qué optar por hacer una sátira de este tema?

“Porque el humor es la manera en la que los mexicanos nos liberamos cuando no encontramos guías para plantear nuestras inconformidades sobre temas del gobierno o cuestiones crueles del país, lo usamos incluso para reírnos de nosotros mismos.

“Tenemos un humor ácido y negro que se lleva a niveles casi discursivos, es una capacidad de reírnos y a través de esto, sacar los malestares internos. El humor es ingrediente clave de nuestra personalidad y pienso que una obra literaria sin humor en México, es poco mexicana. También creo es un recurso necesario para tratar estos temas grandes sobre el país”.

-Siempre se habla de que el mexicano es ingenioso y se maneja con malicia. ¿Cómo lo ves tú desde la trinchera del escritor y cómo utilizas el recurso cultural del humor?

“Creo que el uso del humor es una mezcla, tiene una razón cultural, desde luego, pero hay otras dos cosas, una de ellas es que es una forma de venganza contra el abuso del poder, porque así encontramos fórmulas para combatir estos problemas. También, a través del humor, se palpa la percepción social de la gente.

“El otro tema es que es una especie de mecanismo de defensa que tenemos los mexicanos, está la venganza soterrada, pero generalmente vemos el lado ingenioso y gracioso del tema con una visión irónica en su totalidad”.

-Tu obra sigue dos líneas narrativas, una es el tema político con la unión de los dos países, y la otra es la separación del protagonista de su novia y los cambios que éste realiza para superarla. ¿Por qué hacer esto?

“En la novela esto es una comparación y metáfora de la pérdida del amor con la pérdida de la nación, las cuales son las dos grandes rupturas que una persona puede tener. El personaje vive de cerca las dos pérdidas: la del amor de su vida y la de su país.

“Esto lo hice para conocer la reacción que tomas al perder ambas y al mismo tiempo”.

-Los problemas que planteas en tu obra tienen que ver con la corrupción y el mal uso de recursos que llevan a los estadunidenses a ofrecer su ayuda. ¿Crees que México necesite apoyo externo real para superar estos contratiempos, o persistirá el orgullo mexicano?

“La verdad es que los mexicanos tenemos una capacidad increíble para salir adelante de los asuntos de esta índole. La novela está basada en la premisa de que no somos un país sin recursos. México tiene opciones y la capacidad humana para sobresalir, ya que somos un país importante en materia de recursos y de cultura.

“Es sorprendente que a pesar de ser un país con un potencial tan enorme, no logremos ser una potencia de nivel internacional. Creo que tenemos la capacidad de sobreponernos, somos un país rico en recursos, en disciplina, en comunidad joven. Los mexicanos lo tenemos todo”.

-Si esto es así ¿por qué los mexicanos seguimos con la idea del sueño americano?

“El sueño americano es originalmente creado por los americanos, consiste en que la persona que nace pobre o marginada, gracias a su esfuerzo y trabajo, llega a ser presidente de Estados Unidos o de alguna empresa. Ese es el sueño americano original.

“En el caso mexicano, la versión de este sueño es el de ir a los Estados Unidos en busca de un cambio y una mejora en la vida, pero el mexicano que llega aquí en un lapso de cinco años se transforma y cambia totalmente, ya no es el mismo”.

-Tu novela se presenta como “la primera sátira de la era Trump”, ¿crees que ironizas ese sueño americano que se ha ido desmoronando con el paso del tiempo, piensas que Trump es un producto de este desencanto por la realidad actual de EU?

“Esta es la primera generación de estadunidenses que no estará mejor que sus papás o sus abuelos, ya que el desempleo es mayor, han decaído las capacidades de trabajo al igual que las de la economía. Esto provoca que esta generación comience a ir en declive, lo cual provoca una expectación muy grande sobre lo que va a pasar.

“Entonces cuando llega Trump con su discurso de ‘Haz a América grande otra vez’, la población ve una posibilidad de tener una vida mejor que la generación anterior y lo aceptan. Si el discurso es real o no, si se realiza o no, eso no importa porque la experiencia que Trump les ofrece es lo que importa para ellos”.