Deportes
Por Redacción
Publicado el domingo, 8 de octubre del 2017 a las 12:08
Francisco Vargas | Ciudad de México.- Siempre resulta muy interesante asistir, presenciar y disfrutar una tienta en el campo bravo, pero más cuando en ella toman parte miembros de las más importantes “Dinastías” de toreros de nuestro país, como fue en esta ocasión en la dehesa zacatecana de D´Guadiana, propiedad del ingeniero Armando Guadiana Tijerina, donde los matadores de toros Fermín Rivera y Fermín Espinosa “Armillita IV”, disfrutaron del toreo, mostrando cada uno de ellos su clase, arte, profundidad, largueza y temple: labor de campo en la cual ambos diestros, se dieron taurinamente un buen agarrón en la plaza de tienta.
En esta ocasión el ganadero tentó doce vacas, de las cuales por su calidad de embestidas, bravura, fijeza, nobleza, transmisión y calidad; fueron aprobadas nueve, destacando entre ellas la número 61, del semental Cabrera y madre Cabrera, la herrada fuego con el número 40, del semental “Angelito”, sangre Cabrera, la número 41, hija de “Amoroso”, sangre Cabrera, número 48, del semental “Marquitos”, también sangre Cabrera y madre vaca número 13 de la C; la número 7-5 hija del semental 280 Chafik y madre sangre Cabrera; y la número 4 también hija del mismo semental y vaca.
Vaya que el ganadero como su hijo Armando, e invitados especiales disfrutaron de la tienta y de esta fraternal confrontación entre ambos Fermines, quienes pusieron en práctica ese gran toreo que posee, tanto en capa como muleta, haciendo con capichuela lances armoniosos a la verónica; como quites por demás vistosos desde gaoneras, saltilleras, crinolinas etc; mientras que con sarga cuajaron faenas de alto contenido artístico y expresión estética. Destacar que la suerte de varas estuvo a cargo del joven y buen picador Guillermo Cobos, quien ejecutó la misma con efectividad.
Cabe mencionar que el novillero Jorge Salvtierra. también disfrutó de este banquete al compartir los matadores cada una de sus vacas para que le diera las ‘tres’, gustándose el joven aguascalentense como de las embestidas de las estupendas vacas.
Contagiado por esta manifestación pura del toreo, Armando Guadiana hijo, lidió al final una becerra mostrando enorme afición, logrando pases que le fueron jaleados por los presentes como fueron esos ajustados molinetes, algunos derechazos y naturales.
Para cerrar de gran manera este día y tentadero, el gentil ganadero Armando Guadiana Tijerina, ofreció en la casa de la ganadería, una rica comida que degustamos todos, como el matador de toros y ganadero Fermín Espinosa Menéndez, y el ex-novillero Ricardo García Rojas.
Una vez que cayó la tarde y el astro rey se ocultó, felices de todo lo vivido, regresamos a nuestro querido Aguascalientes; confirmando una vez más que: “La grandeza del toreo es la bella creación del arte, en donde se pone en juego la existencia de la vida sobre la muerte”.
Notas Relacionadas
Más sobre esta sección Más en Deportes
Hace 1 hora
Hace 1 hora
Hace 1 hora
Hace 1 hora
Hace 1 hora
Hace 1 hora
Hace 1 hora
Hace 2 horas
Hace 2 horas
Hace 2 horas
Hace 2 horas
Hace 2 horas