Monclova, Coah.- Quienes transitan por el cruce de las calles Melquiades Ballesteros y José de Luna, en el fraccionamiento Monclova, se encuentran con un misterioso estante de metal rojo.

El mueble no mide más de dos metros, y pudiera ser confundido, a primera vista, con un transformador de luz.

Sin embargo, lo que el estante alberga en su interior son más de 250 libros de diversos temas: Economía internacional, contabilidad, cálculo, historia, filosofía y cuentos y novelas.

A modo de biblioteca pública, las obras están disponibles para los habitantes de toda la colonia y sus puntos circunvecinos, sin costo alguno. No es necesario realizar un registro o tramitar una credencial para acceder a ellos.

Fueron el matrimonio integrado por los profesores Marcos Samaniego Vega y Liliana Estrada Mendoza quienes fraguaron esta idea, que ha resultado exitosa desde hace dos meses, cuando se instaló el estante.

EL NACIMIENTO DE LA IDEA

“Siempre me ha gustado leer y siempre fuimos acumulando libros”, comenta el profesor Marcos, respecto al nacimiento de la biblioteca.

“Los hemos ido guardando, guardando, y un día llegas a acumular suficientes, que no tiene caso tenerlos guardados. Es importante compartir y así fue como empezamos”, añade.

El entrevistado agregó que cuando colocaron el estante por primera vez, hubo quienes los juzgaron ‘locos’, diciéndoles que les iban a robar o a vandalizar los libros y el estante. No obstante, la biblioteca ha tenido éxito entre los colonos, y el mueble permanece intacto.

En la actualidad, para mermar la curiosidad de los transeúntes e invitarlos a leer, sobre el estante yace una lona, que textualmente dice: “Biblioteca Pública. Hola, queremos compartir contigo algunos de nuestros libros, esperamos que los cuides, leas y disfrutes tanto como nosotros. Por favor, regrésalos cuando ya no los necesites. Gracias por tu apoyo y colaboración. Lily y Marcos”.

El mensaje de la lona concluye con una cita de la educadora, periodista y escritora argentina Herminia Brumana: “Leer no es matar el tiempo, sino fecundarlo”.

“Al principio sin la lona, nada más con el estante, los vecinos empezaron a ‘curiosear’”, prosigue el profesor Marcos. “Luego colocamos la lona y la gente ya entendió”, añade.

LIBROS PARA TODOS

El catedrático reitera que cualquier persona puede acercarse a tomar un libro de la biblioteca, sin traba alguna.

“No verificamos nada.. quien se lleva, quien los trae… abogamos a la honestidad de las personas”, reitera.

“En las bibliotecas públicas, la gente se tiene qué registrar, tiene qué sacar una tarjeta… no sé qué tanto inhiba, qué tanto puede inhibir el trámite a que la gente se acerque a una biblioteca”, comenta.

“Aquí nadie checa, todos pueden tener la absoluta confianza de tomar un libro”, agrega, mientras que la maestra Liliana abunda que el estante está abierto desde la mañana hasta caída la noche.

El profesor destaca que, mientras el estante alberga unos 250 libros, la colección de la familia asciende a más de 400, por lo que el mueble rojo siempre tendrá qué ofrecer a quienes lleguen ávidos de lectura.

Además, a través de Facebook, ya empezaron a surgir donadores de obras, como una maestra, que obsequió 50 ejemplares.

A pregunta expresa, el maestro Marcos añade que los libros de mayor demanda son los cuentos y las novelas.

“Los adultos se llevan novelas políticas, se llevan historias de autores mexicanos”, comenta. “Lo que nos sorprende de los jóvenes es que buscan mucho ejemplares en inglés, sí tenemos algunos; también vienen por libros de consulta para hacer tareas”.

PRÓXIMA FASE

Mientras que la idea de los ‘profes’ Lily y Marcos continúa creciendo en aceptación entre los vecinos del sector, el matrimonio ya tiene más planes, para continuar difundiendo la lectura.

“Vamos a invitar a autores de Monclova, para que realicen lecturas en voz alta, vamos a poner mesas y sillas para que la gente venga a escucharlos”, indica el profesor Marcos.

“Y en unos 15 días, o tal vez en un mes, queremos comenzar con la proyección de películas basadas en libros, queremos empezar con ‘El Principito’”, añade, señalando que también se proyectarán películas para jóvenes y documentales.

Sobre este punto, acotó que la idea es que tanto niños como adolescentes vean la obra fílmica y después se lleven a su casa el libro en el que está basada, para que comparen la película con la obra literaria.

También, el matrimonio planea lanzar próximamente una página de Facebook, denominada ‘Letras Callejeras’, en la aparecerán todas las obras disponibles en el estante rojo y además, haya un espacio para que los lectores puedan realizar intercambios de libros.