Ciudad de México.- Al América no le saben los partidos si no son cuesta arriba. Por enésima ocasión tuvo que apelar al corazón para compensar una expulsión, pero una vez más se impuso, ahora 3-2 sobre los Lobos BUAP.

La roja sobre Edson Álvarez al 67′ alteró a todas las Águilas, una acción que va a generar polémica porque el futbolista llegó primero al balón en la barrida sobre Julián Quiñones. A partir de ese momento Miguel Herrera reclamó cada jugada, en varias se llevó las manos al rostro, porque el arbitraje puso en peligro el buen funcionamiento de los azulcremas.

Los goles para darle su cuarto triunfo en fila en el Apertura 2017 fueron obra de William da Silva, Darwin Quintero y de Oribe Peralta, este último llegando a 50 goles en liga con los azulcremas.

Y ahora las Águilas, con 12 puntos, esperan el resultado del Monterrey para saber si acaban como líderes esta jornada.

El equipo fue superior a los Lobos en la media cancha y ahí se impuso en la primera mitad. El “Piojo” ubicó a Guido Rodríguez como único contención, atrás de Darwin Quintero y William da Silva, por los costados Renato Ibarra y Cecilio Domínguez y como punta Oribe Peralta.

Los dos primeros goles de las Águilas se desprendieron de acciones en las que robaron el balón en la salida de Lobos, a Jorge Ibarra y Eduardo Tercero. El primer tanto, al 34′, fue un riflazo de William que pegó en el travesaño antes de rebasar la línea de gol y apenas un minuto después Darwin hizo el segundo con un tiro apenas desviado por la zaga.

Los Lobos reaccionaron. Julián Quiñones tiene el suficiente punch, como lo demostró en la pelea con su compañero William Palacios y ahora con un golazo de chilena al 40′ y luego al acertar un penal al 45′ engañando a Agustín Marchesin, una acción que surgió de una pérdida de balón de Edson Álvarez.

Miguel Herrera se fue visiblemente molesto al vestidor por las distracciones. Las gesticulaciones fueron dirigidas a sus jugadores. Quién diría que al finalizar el segundo tiempo fue el primero que corrió a felicitarlos por la gallardía que mostraron, mientras Renato Ibarra, William da Silva y Miguel Samudio caían extenuados.

Y es que el equipo no sólo se fue arriba en el marcador con un espléndido cabezazo de Oribe Peralta, sino que tuvo para matar en una jugada en la que a Darwin otra vez le ganó el individualismo y otra en la que Cecilio Domínguez voló el balón pese a tener el marco abierto, en la que no definió acorde a su calidad.

Luego vino la expulsión. Edson encaró a Quiñones molesto al sentir que la jugada era limpia. Y el “Piojo” mostró que tiene más colmillo que el líder de la manada, Rafael Puente del Río.

Miguel sacó a Cecilio e ingresó a Carlos Vargas

Transformó su 4-3-3 en un 4-2-3 y generó más opciones de gol, dos mano a mano de Ibarra y uno más en el que Silvio Romero estrelló el balón en el poste. El equipo se reunió en la media cancha, festejó con gallardía porque en cada duelo exhibe esa mística que a mitad de semana destacó Paul Aguilar.