Monclova, Coah.- Durante la homilía de ayer en la parroquia Santiago Apóstol, el padre Eduardo Neri, hizo una referencia a la lectura del Evangelio dominical de San Mateo en la que a través de la parábola del sembrador hizo alusión a la “semilla de la fe” traducida como la palabra de Dios y el discernimiento que nos concede para decidir sobre “la semilla buena o mala que sembramos en la vida”.

“Por eso le sirve esto a Jesús para dar a entender cómo es el terreno donde se siembra la semilla y ese terreno tiene que ver con la fe, con el corazón”, expresó.

Al señalar lo anterior, el párroco hizo una inducción con las “semillas buenas o malas” que escogemos. “Preguntarnos qué exigencia hay a nivel existencial, a nivel moral, qué conductas tengo que cambiar, qué ideas o criterios tengo que modificar”.

En referencia a la “tierra en que se siembra”, Eduardo Neri señaló que muchas veces se cae en “terrenos pedregosos” en los que se debe tratar de sortear las dificultades, por lo que indicó que hay que “sacar de raíz” esos usos y costumbres sin valor que nos convierten en seres irresponsables, sin iluminación.

“Qué semillas estamos sembrando en nuestras familias, en nuestros jóvenes, en nuestro ambiente, en nuestra sociedad; hay semilla buena y semilla mala, ahí es donde nos ayuda a preguntarnos qué estamos sembrando”.

“Dicen que cada pueblo tiene lo que se merece, sí, porque al final es lo que sembramos, sea con la palabra, sea con el ejemplo, es lo que mañana vamos a rescatar”,mencionó.

Finalmente destacó la importancia de poner atención en “la semilla” que se quiere sembrar, con qué amor, cuidado y perseverancia se “cultivará” para la vida de cada uno, en qué tipo de “tierra” somos para ver qué “frutos” estará dando “para ser mejores en todos los aspectos.”