Coahuila
Por Redacción
Publicado el domingo, 20 de agosto del 2017 a las 04:43
Nadadores, Coah.- Su trabajo es acudir cada fin de semana a la entrada del pueblo a solicitar un apoyo económico a los automovilistas que transitan por el lugar, pues sufre de una discapacidad que le impide trabajar y no cuenta con algún tipo de pensión y el DIF no le apoya.
Juan Antonio Vázquez Ortíz tiene 68 años de edad, se encuentra en una silla de ruedas, no puede caminar ni trabajar, no cuenta con alguna entrada de dinero para sostenerse económicamente, ni recibe el apoyo de su familia.
“Anteriormente me llevaban el plato de comido a mi casa por parte del DIF, pero ya no, ahora quieren que uno vaya hasta el comedor que está a unas cuadras de mi casa, pero no tengo quién me lleve, tengo una silla de ruedas eléctrica pero me faltan las pilas y esta que uso ¿cómo me trasladó?”, mencionó.
Dijo que no tiene dinero para comprar las pilas, espera que una prima que viene de Estados Unidos se las regale, porque él no tiene recurso para comprarlas, son muy caras y apenas el dinero le alcanza para pagar el servicio del agua, luz, el cable y la comida.
Se apoya con sus vecinos, quienes le dan dinero cuando no completa para pagar los servicios, una vecina le ayuda para lavar las cubre camas, mientras él lava a mano su ropa, se cocina papa con huevo o con chorizo.
Sentado en su silla de ruedas, sosteniendo un bote donde la gente le deposita dinero, vestido con una camisa de fondo negro con rayas bancas, un pantalón color beige y una gorra roja, es como acudió a solicitar el apoyo de la gente.
Comentó que la única diversión es ver la televisión, pero no pagó el servicio de cable a tiempo y se lo cortaron, por ende acudió al crucero a pedir dinero para completar el pago, además para juntar dinero para comprar comida.
Relató que el viernes anduvo con sus vecinos juntando dinero para comprar gas y para pagar el recibo de la luz, pues es la única manera de trabajar pidiendo una caridad a los automovilistas.
“Mis sobrinas pasan por la casa, me saludan, pero no llegan a visitarme, no sé sí porque estoy enfermo o no sé, me sobrevive un hermano que trabaja en el municipio, pero él tiene su familia y comprendo que tiene sus responsabilidades”, mencionó.
A la edad de 8 años le dio la poliomielitis, lo dejó imposibilitado para caminar y no logró concluir sus estudios académicos, sólo hasta segundo grado de primaria terminó, sabe leer y escribir, pero nunca trabajó por su discapacidad.
Relató que en ocasiones le toma una fuerte depresión y piensa en el suicidio, pues observa que no puede caminar y no puede trabajar aunado a esta difícil situación que se encuentra solo, sin una familia que lo visite y desea escapar de la realidad, tomarse unas pastillas de un tratamiento que tiene, pero sus amigos lo animan.
Dijo que para salir de ese estado emocional se compró una bocina y pone música y se pone a cantar para olvidarse de su soledad, sin embargo, en la noche es cuando más le apremia la tristeza y no puede dormir y se la pasa despierto.
“He estado a punto de quitarme la vida pero mis amistades me dicen, Dios te la dio y Él sabe cuándo te va a recoger”.
Su padre laboró en la labor con varios patrones, nunca tuvo una pensión para dejarla a la esposa ni a su hijo discapacitado, tres de sus cuatro hermanos ya fallecieron, sus padres también y no hay quién lo apoye.
Expresó su enojo porque perdió su equipo favorito los Acereros, sin embargo, aseguró en el deporte en ocasiones se gana o se pierde, pero espera que el próximo año se recuperen, pues a él le gusta mucho el beisbol.
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