Monclova, Coah.- Laura Vielma, mamá de Camila, destacó que cuando su hija recién salió de la operación, ella y su esposo entraron al cuarto, al verla conectada con el ventilador, el oxígeno, mangueras para drenar y demás aparatos, y cuando el doctor les pidió retirarse, Camila empezó a manotear, por eso la amarraron de los brazos además de sedarla.

“Ándale mi’ja vamos a rezar para pedirle a Diosito que te agarre de la mano y te sane y nos vayamos a la casa, era lo que yo le decía a mi niña, yo sí le hablaba, me acercaba con ella para decirle que le echara ganas, le llevaba audios de sus amigos… pero ya no reaccionaba”, dijo la señora entre sollozos.

Resaltó que su hija no tomaba alcohol y en la fiesta a la que fueron no ingirió ninguna bebida, y para muestra refirió que cuando tuvo el accidente la pudieron intervenir los doctores, pero por el golpe sufrió daños en el tórax, vaso sanguíneo y el hígado, que después desencadenó problemas en los riñones.

“Yo le decía ándale mamita échale ganas, porque iba para la preparatoria, incluso en un mes más iba a cumplir sus 15 años y le estábamos preparando una fiestecita, pero el doctor me dijo que si mi hija hubiera quedado viva, habría quedado como un vegetal”, comentó la señora.

Insistió que Camila supo ganarse la confianza de sus padres para dejarla salir con sus amigas, porque siempre fue una joven altruista y le gustaba hacer servicio social, apoyando en las actividades de su escuela, porque fue la tesorera de la sociedad de alumnos en la Secundaria General #1 de Frontera.

HABLA DE RUBÍ

“Si ella no estaba apta para manejar un carro ¿Para qué se echa una responsabilidad tan grande?, y no conforme con que mi hija ya no está con nosotros, ahora la quieren enlodar más, la quieren manchar más y eso no se vale”, declaró.

Al preguntarle si es justo que Rubí pague por este accidente y de que le asignen la responsabilidad por el fallecimiento de Camila, contestó que así debe ser, porque la conductora se echó una responsabilidad al decidir manejar el vehículo.

Insistió que Rubí y su familia desean cambiar la versión de los hechos, quieren manchar la imagen de su hija y de Debhany y Melissa, el grupo de amigas que frecuentaba Camila, para dejarlas como de lo peor, para que la gente vea que no vale la pena defenderlas.

Refirió que muchísimas personas conocían a Camila y de todos ellos como familia, respaldando que siempre han sido unidos, además que como madre siempre ha tenido comunicación con sus hijos.

“Porque me conoce demasiada gente y pueden respaldar lo que estoy diciendo, del ambiente que se vivía en mi casa, que Camila y sus tres hermanos junto con su papá y yo siempre hemos sido unidos”, declaró la señora.

Refirió que ella sabía quién era su hija, una joven inocente que le gustaba hacer labor social, que se ganó a pulso la confianza de sus padres, pero a la vez se confiaba mucho de la gente por su corta edad.

CAMILA NO IBA DE COPILOTO

Laura comentó que al enterarse de las declaraciones de una de las hermanas de Rubí, y por lo vivido cuando Camila estaba hospitalizada, pretendían delegarle la responsabilidad a su hija, pero ella tiene las pruebas que iba sentada atrás.

“Si mi hija hubiera ido adelante aquí estuviera conmigo, pero ella iba con Debhany y Melissa en el asiento de atrás, y por eso fueron las más lastimadas, por eso siguen internadas”, dijo.

Explicó que la joven Mariana, a quien sus amigos la identifican como “Ariana”, es hermana de Rubí y conocida de Camila y de las jóvenes que también iban en el carro, quien iba de copiloto mientras su hermana iba manejando.

Resaltó que como Mariana es menor de edad, por eso ahora pretenden asignarle la responsabilidad del accidente, pero de acuerdo a las investigaciones del MP y con los testimoniales de los policías que atendieron el accidente, se comprobará que Rubí iba manejando.

La madre de Camilia insistió que tanto Debhany como Melissa sabían quién iba manejando, incluyendo a Camila, pero lamentablemente no pudo decir algo, ya no tuvo tiempo de hablar, pero ellas saben quién venía manejando el coche.

Agregó que a las jóvenes nadie las obligó a que se subieran al vehículo, pero las dos sobrevivientes “saben cómo estuvieron las cosas”.