Monclova, Coah.- Con el firme propósito de ayudar a sus semejantes, dos miembros del cuerpo de Rescate Voluntarios Coahuila se unieron a las labores de contingencia por el terremoto que azotó el centro del país el pasado 19 de septiembre, en plena conmemoración luctuosa del sismo de hace 32 años.

El director de la agrupación, Juan Rafael Bernal Sánchez y el comandante Pedro David Alvarado Flores, a pesar de no contar con viáticos o alguien que les financiara la ida a la capital del país, ni siquiera las autoridades buscaron la manera de lograrlo.

“Necesitábamos poner nuestro granito de arena y ayudar a nuestros hermanos, los coahuilenses somos solidarios y nos apoyamos en momentos de desgracia”, afirmó el experimentado socorrista.

Gracias al apoyo que obtuvieron de sus familiares y del yonque en que trabaja, juntaron un dinero y enfilaron con rumbo a la zona de desastre, siendo acompañados por tres Bomberos Voluntarios de Castaños.

Fue el miércoles a las 17:00 horas cuando partieron a bordo de un autobús de grupo Senda, empresa que se solidarizó y otorgó el boletaje gratis al saber que en realidad se trataba de socorristas.

Llegaron a un edificio enorme de la Iglesia de Cienciología en el Centro Histórico de la Ciudad de México, convertida en centro de acopio y comando central del grupo “Topos Azteca”.

Llegaban muchos voluntarios con infinidad de herramientas y se mandaban a los rescatistas nacionales e internacionales, así como doctores, expertos en perforaciones, rescate en altura vertical y otros.

“Eran escenas muy impresionantes, nunca me imaginé tanta devastación y es cuando piensas que la fuerza de la naturaleza no tiene límites”, expresó luego de narrar lo que sus ojos contemplaban en la llamada Zona Cero.

Voluntarios Coahuila y los Bomberos de Castaños se unieron a otros socorristas procedentes de Durango, Nuevo León y Zacatecas.

Era un ambiente desolador, gritos por doquier, llantos angustia, todo ello se conjugaban como si fuera una macabra escena de lo vivido en 1985.

“Nos tocó ver y participamos en rescates de personas con vida, lamentablemente también cadáveres, nunca había visto tanta unión de nuestros hermanos.

Del Cuartel General de Topos se enviaban cuadrillas en donde realmente se necesitara la ayuda y con eso se evitaba amontonamientos y caos al momento del auxilio entre las brigadas.

Bernal Sánchez de 32 años de edad y con cerca de 17 años de experiencia en primeros auxilios y Bomberos, detalló que junto al comandante Pedro Alvarado se mantenían a la expectativa sobre las órdenes que se les encomienden.

Por su parte, Pedro Alvarado cuenta con 32 años, y su familia -dos hijos- viven en Estación Hermanas pero desde pequeño le nació el deseo de servir a sus semejantes desde el año 2002, fecha en que se instruyó como Bombero.

Entrevistado vía telefónica, Juan Rafael, padre de dos niñas, expresó que ayer por la mañana fueron asignados a una cuadrilla que se desplazaría a Cuernavaca, en el estado de Morelos, que también sufrió el desastre.

“Por la mañana nos avisó el cuerpo de Topos Azteca que nos preparáramos, iba a pasar un transporte por nosotros para llevarnos a Cuernavaca y ayudar en las labores”.

Para las 10:30 horas fueron conducidos al Museo Histórico de la Ciudad que se acondicionó como cuartel de operaciones, fue un grupo de 37 personas entre los cuales se encontraban los monclovenses.

La labor que les encomendó el comandante Topo fue la revisión de edificios, valoración de riesgos, remoción de escombros para evitar accidentes.

“Son las 10:47 horas y nos comunicaron que acudiría un transporte para llevar a 16 personas a ayudar en labores en la Ciudad de México, pues informaron que acaba de temblar nuevamente, otros de los compañeros son de Oaxaca y sus familiares les informaron que también resintieron un sismo y se tuvieron qué retirar”.

Además, al culminar la misión en Cuernavaca se trasladarían a diversos poblados para realizar la misma labor de revisión y valoración.

“No contamos con viáticos, sin apoyo de ninguna dependencia de gobierno, aún así no estamos pidiendo nada, aquí nos ha tratado muy bien la gente y muy buena química con las personas que nos hemos reunido, todo es hermandad”, explicó Juan Rafael.

Detalló que existen reglas muy estrictas, sin seguridad nadie puede moverse y prestar sus servicios, ante todo es la seguridad pues si alguien realizara una labor que sobrepasara sus límites y sin las herramientas adecuadas podría desencadenar un accidente de funestas magnitudes y eso es lo que se tratar de evitar.

“Todos entramos, todos salimos, todos venimos y todos regresamos”, es el lema del cuerpo de socorro que se reúnen para prestar los auxilios. Hay mucha comida, agua para hidratarnos”.

Externó que es un orgullo llevar la bandera de Monclova, la Región Centro y todo el estado de Coahuila con su pequeño granito de arena y aseguró que confía en que muchas personas les hubiera gustado acudir hasta el desastre a prestar el apoyo, pero no pudieron, sin embargo la satisfacción es que confían en ellos.

Mientras dialogábamos por teléfono se recibió la orden del grupo de Topos que sería trasladada una brigada a Tepoztlán, donde auxiliarían a una personas.

“Estamos recibiendo el reporte ya llegó el transporte y nos disponemos a abordarlo, estos es lo que nos gusta…ayudar; tenemos qué aportar algo de nosotros, somos coahuilenses y somos mexicanos y si nos unimos todos ni los funestos desastres nos podrán vencer”, concluyó Juan Rafael Sánchez, quien era acompañado por Pedro David Alvarado Flores.

Ambos con sus respectivos equipos de seguridad se disponían una vez más a servir a sus semejantes. Dos monclovenses en la zona de desastre, ayudando al necesitado sin recibir nada a cambio.

Voluntarios Coahuila principalmente opera en Monclova y Ciudad Frontera, si alguna vez usted los llega a encontrar pidiendo apoyo en algún crucero, no lo dude dos veces, la mayoría de las ocasiones, un pequeño granito de arena hace milagros…¿No lo cree?