Monclova, Coah.- Más de 50 años son los que lleva Helados La Mexicana, quitándole la sed a los monclovenses según cuenta su fundador y propietario, Publio Elizalde Sánchez de 78 años.

Entrevistado por Periódico Zócalo Monclova en la oficina de una de las paleterías de la familia, cuenta que tenía 21 años cuando fundó su negocio.

Dice que es originario de Guadalajara que de allá vienen los paleteros de Monclova.

“Yo soy de un ranchito cerca de Guadalajara, un vecino tenía su negocio en Monterrey y me llevó a trabajar como a los 15 años, ahí empecé, luego me mandó a Monclova donde tenía otra paletería y la persona que estaba tuvo dificultades y dejó solo, después me salí y empecé con la mía”, dijo.

“Un señor que se llamaba Aniceto Cantú vivía enseguida de mi casa por los Autobuses Anáhuac que cuando me casé fue mi padrino, que dijo; si llegas a poner un negocio ponle La Mexicana, un día me animé, saqué fiado en Guadalajara la máquina que se ocupaba y desde entonces nos funcionó”, contó.

Cuenta que su negocio inició en la calle Zaragoza junto con su familia que formó con Victoria que vivía en el sector El Pueblo.

“Empecé enfrente de Tránsito cuando la paleta valía 14 centavos ahorita vale 5 pesos, ahí duré un tiempo, después compré esta esquina en la Hipódromo donde puse la fábrica”, comentó.

“Tengo seis hijos, dos mujeres y cuatro hombres, pero de hombres ya nada más me quedan 3, uno falleció”, dijo.

“Todos están trabajando con nosotros, hacen las paletas, hay dos o tres nietos que trabajan en la planta pero nos ayudan”, comentó.

“En Frontera está uno de mis hijos, compré un terreno y se lo di y empezó otra paletería y en la esquina de Zaragoza están mis nietos, hijos de mi hijo que falleció”, dijo.

Don Publio Elizalde está convencido que sus paletas y nieves mitigan el calor que sienten los monclovenses en esta temporada.

Dijo que no hay un sabor que la gente prefiera más que todos, les gustan el de limón, de tamarindo, de coco, de fresa, para todos los sabores hay un cliente que además el año pasado también les comenzaron a pedir troles.

Indicó que conforme pasa el tiempo al ser más la competencia ha notado que cae la venta de paletas pero de cualquier manera le siguen haciendo la lucha.

“Ya no hay paleteros, hay puros choperos vienen las camionetas y cargan el producto y en la tarde vienen ya los paleteros”, dijo el hombre que agregó que seguirá en el negocio de las paletas hasta que Dios lo mande llamar.