Saltillo, Coahuila.- La aprobación de un decreto enviado por el gobernador de Coahuila para permitir una reestructura de la deuda estatal desató polémica en el Congreso. El dictamen aprobado por mayoría refiere en forma textual la autorización de uno o varios financiamientos hasta por un monto de 37 mil millones de pesos para que sean destinados al refinanciamiento o reestructuración de la deuda pública directa, sea de manera total o parcial, pero que no exceda de 30 años.

Diputados del PAN se opusieron bajo el argumento de que se trata de un cheque en blanco para prolongar los plazos de pago y aumentar las tasas de interés.

El secretario de Finanzas, Ismael Ramos, aclaró que ni se trata de reestructura ni de refinanciamiento de deuda, sino solamente se abrió el marco legal para acceder a un instrumento de garantía ofrecido por Banobras.

Congreso aprueba reestructurar la deuda

Con el voto en contra de los diputados panistas, el Congreso del Estado autorizó a la Secretaría de Finanzas reestructurar la deuda de Coahuila, siempre y cuando se encuentren mejores condiciones de pago y menores tasas de interés, de lo contrario, no procederá.

El decreto planteado por el Ejecutivo del Estado faculta al Gobierno coahuilense a refinanciar la deuda estatal, a efecto de mejorar las condiciones de plazo, tasas de interés, garantías y otros aspectos de los financiamientos “lo cual no constituye un endeudamiento adicional”.

Para las operaciones de reestructura se plantea un nuevo esquema de contratación de financiamientos, por medio de un fideicomiso público sin estructura, propuesto por la SHCP.

“Este nuevo esquema planteado permitirá que los financiamientos logren una mejora en la calificación crediticia al desvincular las participaciones federales del Fondo General de Participaciones, del riesgo crediticio del Estado, lo cual redundará en una reducción en la tasa de interés y permitirá mejorar las condiciones crediticias reinantes”.

Y ADEMÁS…

Se autoriza al Estado contratar o modificar con los bancos que ofrezcan las mejores condiciones de mercado, uno o múltiples instrumentos de garantía de pago oportuno y/o uno o múltiples mecanismos de refinanciamiento garantizado, y/o cualesquiera instrumentos de garantía de pago similares y/o soporte crediticio, en favor de las instituciones acreedoras por un importe que no exceda la cantidad de 18 mil 174 millones 477 mil 585 pesos.

No habrá dinero de por medio

Ismael Ramos Flores, secretario de Finanzas, aclaró que no habrá reestructura ni refinanciamiento de la deuda de Coahuila, solamente se abrió el marco legal para que la deuda ante Interacciones cuente con la Garantía de Pago Oportuno, que ofrece Banobras.

Esto permitirá bajar los intereses sobre un pago de capital de 2 mil millones de pesos, aproximadamente, lo que representará un ahorro de 90 millones de pesos anuales para el Estado.

En el Decreto aprobado por el Congreso del Estado se habla de reestructura o refinanciamiento, sin embargo, señaló que es un formulismo con base en las recomendaciones emitidas por Banobras y la SHCP, pero no significa contratar más deuda.

“Simplemente es acceder a través de este Decreto, para que una institución bancaria pueda acceder a una garantía que está dando Banobras. No vamos a contratar ningún crédito, no vamos a hacer reestructura, no va a haber dinero de por medio”.

Se trata, dijo, de una garantía que se dará a Interacciones para que el crédito que tiene con el Gobierno del Estado sea más barato.

El crédito con Interacciones es cercano a los 2 mil mdp y el ahorro representará 90 mdp para el Estado, anuales.

Hubo un ‘albazo legislativo’: PAN

El PAN rechazó la reestructuración de la deuda de Coahuila, porque en el decreto respectivo se autoriza a la Secretaría de Finanzas a pactar con los bancos el incremento o disminución de plazos de pago, comisiones, tasas de interés, de fondos de reserva, de participaciones, el cambio de garantías, la modificación de fuente de pago y cualquier característica, término o condición originalmente pactada.

Jesús de León Tello, diputado por Acción Nacional, aseguró que esto representa un cheque en blanco, de manera que pueden prolongarse los plazos de pago y aumentar las tasas de interés.

Tras calificarlo como un “albazo legislativo”, explicó que hasta la fecha se han pagado más de 24 mil millones de pesos por el servicio de la deuda, sin considerar otros compromisos de pago, y ahora se aprueba una reestructura sin analizar a fondo el estado que guardan las finanzas públicas.

Significa ahorros para el Estado: PRI

La reestructura de la deuda permitirá ahorros de 90 a 100 millones de pesos anuales, en promedio, al Gobierno del Estado, recursos que podrán destinarse a la inversión en obra pública productiva, puesto que se pagarán menos intereses.

Así lo aseguró Javier Díaz González, diputado priista, al indicar que en la elaboración del decreto para renegociar la deuda participaron funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y Banobras, y sus disposiciones se incluyeron en los artículos que integran el documento, como requisito para autorizarlo.

“Esta reestructura no significa que se va a contratar más deuda. Lo mínimo que podemos hacer es cómo ayudar a que el Estado tenga las mejores condiciones de pago, que el pago del servicio de la deuda no afecte la inversión pública productiva”.

Añadió que Hacienda y Banobras diseñaron un nuevo fideicomiso, a partir del caso del endeudamiento de Veracruz, el cual tiene ventajas para el manejo de las finanzas de los estados.

“Este fideicomiso va a ser sin estructura, significa que no le va a costar al Estado mantener ni operar: al trasladar todos los créditos que se tienen en el fideicomiso actual al fideicomiso nuevo, va a tener un trato federal”. sostuvo.

No aumentará ni un cinco más: Rubio

“No estamos contratando nuevos pasivos, la deuda no se va a incrementar ni un cinco más ni se van a modificar los plazos”, expuso Armando Rubio Pérez, subsecretario de Ingresos y Crédito de la Secretaría de Finanzas. Señaló que actualmente hay varios créditos y cada uno tiene su calificación, que serán sujetos a una reestructura financiera que permitirán bajar las tasas de interés. En esta reestructura no se ha determinado un porcentaje de ahorro, eso dependerá de futuras negociaciones con instituciones de crédito, con base en una licitación del fideicomiso que inició en 2011. Argumentó que se pretende mejorar las calificaciones crediticias. “No se buscan nuevos pasivos, no se incrementa la deuda, ni se modifican plazos, es una reingeniería financiera”, dijo. (Ernesto Acosta)