Ciudad de México.- Okja, cinta que se estrenó fuera de competencia y con cierta polémica en la pasada edición del festival de Cannes, ya está disponible en la plataforma Netflix.

Es la historia con tintes ecologistas sobre una niña que vive en los bosques de Corea del Sur, desde donde emprende un viaje hasta Nueva York para salvar a su mascota: una cerda gigante modificada genéticamente. Vive junto con su abuelo, un granjero ejemplar que fue elegido (de entre unos pocos en el mundo) por una voraz empresa cuya idea es fundir ciencia y naturaleza.

“No espero que todo mundo se vuelva vegano después de ver el filme… pero, puede que lo considere…”, dijo al diario británico The Independent, el sudcoreano Bong Joon Ho, director de la película, protagonizada por Tilda Swinton, quien interpreta a una empresaria sin escrúpulos. Aparece también Jake Gyllenhaal, quien encarna a un excéntrico presentador de televisión que adora los animales.

Paul Dano y Lily Collins son dos radicales defensores de la naturaleza.

“Las películas no son herramientas para cambiar al mundo, pero, quizás un aspecto puede que sí”, asegura Bong Joon Ho, realizador de filmes como El expreso del miedo o El huésped.

Mija (representada por Seo-Hyun Ahn) es la pequeña que desarrolla una amistad con la cerda modificada Okja, “que es una fantasía… es ciencia ficción”, afirma el director.

Sin embargo, “creo que no estamos muy lejos de la realidad. En Canadá, ya hicieron algún tipo de salmón genéticamente modificado (GM) que ya se distribuye en el mercado.

“En el proceso de investigación de la película me reuní con un estudiante de doctorado que está desarrollando un cerdo GM. Entonces, Okja es real. En realidad está sucediendo. Por eso me apresuré a filmarla”, comenta.

Los personajes de Boon no son supervillanos o superhéroes. Tal vez por eso hay cierta cantidad de optimismo o pesimismo que mezclado en mis películas. Me siento, sin embargo, más realista y más reflexivo sobre cómo es la sociedad y la vida.

Nadie en Okja captura la sutil esencia de Bong mejor que la CEO de la corporation, Lucy Mirando (Tilda Swinton), personaje de rostro dulce y sonriente que muestra de manera hipócrita los motivos ocultos de la empresa: que toda esta farsa ha sido para cubrir el simple hecho de que los consumidores son demasiado paranoicos para nunca aceptar la verdad de los productos GM.

“Es extraño que una película de tan buen corazón pueda ser fuente de controversia”, expresa Bong, quien afirma no deleitarse “en la brutalidad pesimista, porque incluso en el momento más oscuro del filme siempre hay una chispa de esperanza”.

Respecto de la distribución del cine por Internet, asegura: “Una película es una película, distribución teatral o de streaming pueden coexistir, y ya están lo hacen. Lo que tiene que suceder es que lo hagan en un mejor ambiente”.

El director Pedro Almódovar, quien fue presidente del jurado de Cannes, aseguró durante ese festival que era una paradoja otorgar la Palma de Oro a una película que no se iba a poder ver en salas de cine. Sus palabras se entendieron como que estaba descartando del palmarés a las dos producciones de Netflix en este certamen: Okja y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach.

Bong, de 47 años, defendió esos días a Netflix con el argumento de que le habían dado libertad total para realizar su trabajo y le confiaron un presupuesto considerable para esta cinta, la más comercial hasta la fecha.

Además, quiso quitar hierro al asunto al señalar que era gran admirador de Almodóvar y todo lo que él dijera iba a estar bien.

Hay que recordar que el lanzamiento de la película está prohibido en Francia, donde deben pasar tres años antes de que una película que llega a las salas de cine pueda verse en streaming.

Netflix no pudo evitar esa regla y en Corea del Sur, tierra de Bong, las cadenas de cines más importantes amenazaron con boicotear el filme si la plataforma no retrasa su fecha de lanzamiento en ese país.Bong dijo a The New York Times que los lanzamientos en cines son sólo una parte de la vida útil de una película.