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Por Rosalío González
Publicado el sábado, 2 de septiembre del 2017 a las 09:06
Saltillo, Coahuila.- Antes que salvar los centros de estudio en ejidos de Saltillo, las autoridades educativas prefieren cerrarlos y entregar edificios completos al desuso, con la excusa de “no hay voluntarios” o “no hay alumnos”.
Sin embargo, decenas de niños de preescolar, hasta jóvenes de preparatoria, salen todos los días de sus comunidades a otras para acceder a las aulas, y se ven obligados a recorrer distancias de hasta 12 kilómetros diarios con zapatos gastados o rotos.
El olvido y la indiferencia cala sin piedad al ver la estampa de padres que, llorando, comentan que les es imposible pagar 200 pesos semanales para el transporte de sus hijos, y que por eso tienen que dejarlos ir de madrugada, entre 5:30 o 6:00 horas, por brechas inseguras. “A nosotros déjennos como quieran, pero ayuden a nuestros hijos, ellos quieren salir adelante”, dicen.
En un recorrido realizado por Zócalo Saltillo se pudieron identificar dos ejidos, El Tunalillo y Santa Rosa, ubicados en los límites entre Coahuila y Zacatecas, que ejemplifican una problemática que se extiende por varias comunidades, y es la falta del servicio educativo cercano.
En Santa Rosa acaban de cerrar el preescolar a pesar de que aún hay niños que necesitan de sus servicios.
Ahí mismo hay jóvenes de secundaria que tienen que pagar 200 pesos por semana, cada uno, para costear el transporte y trasladarse a su escuela.
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