Saltillo, Coahuila.- Sobre el bulevar Nazario Ortiz Garza, casi en su cruce con el periférico Luis Echeverría Álvarez, se detectó un enorme bache sobre el pavimento, que ocupa al menos la mitad del carril derecho de la vialidad.

Con más de un metro y medio de diámetro en tamaño, y aproximadamente 30 centímetros de profundidad, el socavón genera confusión entre los automovilistas, quienes de no esquivarlo corren el peligro de caer en él, dañando en primera instancia su vehículo o provocando un serio accidente.

Debido a que el enorme bache se encuentra justo en una curva de la vía, para los conductores es difícil captar su presencia desde su automóvil, pues junto con los restos de la carpeta reducida a escombro, el pavimento aparenta tener montón de arena o grava suelta, el cual es aún menos visible durante la noche.

A pesar del peligro que ello representa, en el lugar no existe ninguna señal que alerte a los conductores de reducir la velocidad, ni tampoco ningún instrumento que limite o permita la visibilidad del daño, como pudiera ser un cono de tránsito u otro elemento de vialidad.

EL OLVIDO ES NOTORIO

Aunado a ello, a escasos metros de este socavón, se ubica un arroyo que cruza por debajo de la vialidad, y que está desgastando los cimientos del tramo mencionado, lo cual puede apreciarse sobre la superficie de la calle, en donde corren dos grandes grietas de manera paralela al cuerpo de agua.

Igualmente, en la parte interna a la grietas del pavimento puede apreciarse un ligero hundimiento, justo en la parte superior en donde corre el arroyo, el cual tampoco está delimitado.

Las lluvias constantes en la ciudad y el nulo mantenimiento de la transitada vía convirtieron al bulevar Nazario Ortiz Garza en un foco rojo, que pone en peligro a los peatones y automovilistas que diariamente circulan por este sector de la ciudad.