Monclova, Coah.- Premeditación, ventaja y alevosía, fueron las tres calificativas que estuvieron presentes la tarde del 24 de agosto de 2016 en la calle 1º de Enero, cuando Néstor Alejandro y Jesús Gerardo Rafael privaron de la vida al ingeniero de AHMSA, Junior Osvaldo Ramos López, de apenas 24 años de edad.

Así lo falló ayer el Tribunal de Juicio Oral al dictar sentencia condenatoria contra los acusados, a quienes la próxima semana se les determinará la pena que alcanzarían en prisión y que puede ser la máxima de 50 años.

Aurora, madre del joven ingeniero asesinado, exige la pena máxima y aunque reconoce que pierde con la muerte de su hijo, aseguró que se siente satisfecha con la justicia que se impartió.

DECLARAN CULPABLES A LOS VERDUGOS DE JUNIOR OSVALDO

Todo un proceso casi concluye, ayer se les declaró culpables a Néstor Alejandro y Jesús Gerardo Rafael, “amigos”de Junior Osvaldo Ramos López, por su cruel asesinato, sólo para robarlo.

Por unanimidad de votos, el Tribunal de Juicio Oral, compuesto por los jueces Presidente, Relator y Tercer Integrante, finalmente dictó su resolución en esta causa penal 273/2016 después de escuchar y analizar durante tres días consecutivos las pruebas que desahogaron tanto el Ministerio Público como la defensa, declarando culpables a los acusados por homicidio calificado cometido en agravio del joven ingeniero.

La madre de Junior, familiares y conocidos, estuvieron presentes ayer en la Sala 3 de Audiencias del Juzgado de Primera Instancia Penal del Sistema Acusatorio y Oral durante la deliberación del caso, ellos veían en el joven un motivo de orgullo y esperanza, pues aseguran que el destino le deparaba un futuro prometedor en el plano profesional en razón del empeño que ponía en su incipiente carrera como ingeniero; y al escuchar de nuevo la relación de los hechos, algunos de ellos, especialmente Aurora, la mamá del joven, no pudieron evitar que las lágrimas se asomaran y recorrieran sus mejillas, recordando a Junior Osvaldo.

La audiencia dio inicio en punto de las 09:30 horas, el Ministerio Público y la defensa expusieron sus alegatos de clausura, en los que sintetizaron los hechos y expresaron sus argumentos, cada uno, pretendiendo tener de su parte la razón.

Tras los alegatos, el Tribunal Oral abrió un receso por espacio de tres horas para deliberar, regresando en punto de las 4 de la tarde, dictando frente a los acusados Néstor Alejandro y Jesús Gerardo Rafael la sentencia condenatoria y exponiendo el razonamiento con el que se llegó al esclarecimiento de los hechos.

Los jueces concluyeron que sí se presentaron las tres agravantes expuestas por la autoridad investigadora en este homicidio, cometido con premeditación, alevosía y ventaja.

PREMEDITACIÓN

De acuerdo con los jueces, esta calificativa se justificó en razón de que tanto Néstor Alejandro como Jesús Gerardo Rafael conocían a la víctima y el día de los hechos se presentaron en un primer momento en la casa de Junior alrededor de las 10 de la mañana, asegurándose de que estaría en casa, más tarde regresaron e hicieron que él les diera “ride”, justificando así un mecanismo de construcción para llevar a cabo el crimen, determinando el Tribunal que después de ello Junior fue estrangulado por los ahora sentenciados.

ALEVOSÍA

El Tribunal justificó que se dio la agravante de alevosía en razón de que se sorprendió intencionalmente a la víctima, pues ésta los conocía y de buena fe los subió a su automóvil sin esperar lo que pasaría; así mismo, al ir la víctima del lado del piloto fue atacada sorpresivamente por uno de ellos, que se encontraba en la parte trasera del automóvil, obstruyendo su respiración al colocar con fuerza su brazo sobre el cuello, mientras el segundo lo golpeó y subió encima de la víctima para asfixiarla con las manos.

VENTAJA

La ventaja se justificó en razón de que eran dos contra uno. Es decir, el Tribunal señaló que los sentenciados no corrieron riesgo al existir vulnerabilidad en la víctima, pues eran dos contra Junior, uno lo ahorcaba y el otro aprovechó para subirse frente a él y también estrangularlo mientras el primero lo detenía de las manos.

De igual forma, el Tribunal Oral determinó la culpabilidad de los acusados en razón de las pruebas presentadas durante la audiencia que finalmente advirtieron la responsabilidad de Néstor Alejandro y Jesús Gerardo Rafael en este homicidio, entre éstas se encontraron las testimoniales de la madre de Junior Osvaldo, Karen Selene (novia de la víctima), un testigo ocular que presenció el momento de los hechos, diversas declaraciones de peritos y policías investigadores y el médico forense; así como los boucher y tickets que revelaron el uso de la tarjeta bancaria de Junior Osvaldo después de ser asesinado y múltiples videos en los que se observa cuando los sentenciados llegan en el automóvil de la víctima a gasolineras y tiendas de conveniencia en Saltillo.

Las pruebas se fueron uniendo unas a otras, en primera parte con la denuncia y declaración de la madre de Junior Osvaldo, donde relata que el 24 de agosto el joven se encontraba en su domicilio y salió alrededor de la una de la tarde de su hogar para llevar a uno de los sentenciados mientras el otro lo alcanzaría más adelante; situación que se unió a la declaración de la novia, en la que dice que a la 1:15 Junior le envió un mensaje diciendo que iba a su casa pero no llegó. A esto se concatenaron las gráficas y videos que anexaron dos policías investigadores, uno de ellos con impresiones de las cámaras de seguridad de AHMSA que videograban la calle 1 de Enero, en la que se observa el automóvil.

A lo anterior se agrega lo narrado por el testigo que presenció los hechos, pues señaló que el día 24 de agosto de 2016 caminaba por la calle 1 de Enero y vio a dos personas golpeando a otra al interior de una automóvil estacionado sobre esa calle a un lado de la barda de AHMSA, frente a un cajero automático Afirme, identificando a los sospechosos, viendo que lo estaban ahorcando y de pronto arrancaron el automóvil con dirección al bulevar Pape, pero pudo confirmar las placas.

Después de la 1:15 de la tarde, familiares y la novia de Junior no supieron más de él, sino hasta el 26 de agosto, cuando lo encontraron sin vida en un arroyo seco del ejido San Martín de las Vacas, en Ramos Arizpe, según lo confirmó la perito encargada de la inspección del lugar y la Policía Investigadora; aunado a lo anterior se anexó la declaración del médico forense encargado de la necropsia del cuerpo de Junior Osvaldo, quien determinó la muerte por asfixia por estrangulamiento, concluyendo que había fallecido 48 horas antes, es decir, alrededor de la hora en que el testigo ocular presenció los hechos dos días antes. Así mismo, el doctor determinó que la muerte obedeció a la fractura en el hueso hioide ubicado en el cuello, según lo explicó en sala de audiencia a través de un ejercicio de representación y en el cual dijo que la obstrucción en la respiración que causó la asfixia de la víctima fue en un tiempo de 3 a 3.5 minutos, la cual señaló tuvo dos lesiones; la primera debió ser detrás del atacante y la segunda de frente, esto en razón a las astas mayores y menores del hueso hioide, que para ser fracturadas necesitan forzosamente de una fuera externa en esa proporción.

Al término de la lectura del razonamiento, el Tribunal de Juicio Oral explicó a los sentenciados que será hasta la próxima semana que en audiencia de individualización de la pena se les dicte la sanción por este delito del que fueron declarados culpables.
Ordenó también el traslado al C4 (Centro de Control, Cómputo y Comando) donde permanecerán hasta ser presentados en la próxima audiencia para escuchar la penalidad que se les impondrá.

EXIGE FAMILIA PENA MÁXIMA PARA ASESINOS

“Queremos la pena máxima”, expresaron familiares de Junior Osvaldo Ramos López, ayer al término de la audiencia de juicio oral que finalizó ayer con el fallo del Tribunal que declaró la culpabilidad de los acusados Néstor Alejandro I.G. y Jesús Gerardo Rafael F.G. en el homicidio del joven ingeniero.

Aurora, madre de Junior Osvaldo, señaló que no podría afirmar que está satisfecha, pues la pérdida de su hijo es un dolor grande que la acompaña, sin embargo reconoció que el sistema de justicia trabajó bien el caso de su hijo.

“Pedimos justicia nada más, yo ¿qué les puedo decir? No es que esté satisfecha, pero se esclarecieron los hechos, no puedo decirles nada más”, manifestó la señora Aurora conteniendo las las ganas de llorar.

Familiares que la acompañaban expresaron que esperan que en la próxima audiencia, cuando se lleve a cabo la individualización de la pena, se aplique la pena máxima contemplada para este delito.