Saltillo, Coahuila.- El Municipio de Saltillo planeó y comenzó la construcción del Biblioparque Poniente y el Centro de Capacitación de Bomberos violando la Ley Ambiental; por “inexperiencia” omitieron instituciones de orden estatal y desobedecieron a su propia Dirección de Desarrollo Urbano.

De acuerdo con la Subsecretaría de Gestión Ambiental de Coahuila, no hubo solicitud de un acta de impacto ambiental, documento requerido para construcciones con una extensión de mil metros cuadrados o más, como es el caso de la obra iniciada.

Las fuentes que analizaron la suspensión de la construcción aseguran que al violar la ley, en el desmonte del lugar se aniquilaron especies de cactáceas pertenecientes a la norma 059 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que se encuentran amenazadas, son raras o están en peligro de extinción.

Apenas el jueves de la semana pasada, un mes después de iniciada la construcción, el Municipio y el Patronato de Bomberos llevaron a la Subsecretaría el proyecto para tramitar el acta de impacto ambiental, el documento se entregó incompleto y tuvo que ser corregido, sin embargo la Secretaría del Medio Ambiente se encuentra a la expectativa de visitar el lugar y oficializar o no el daño a la flora de la zona.

Biblioparque Poniente, la amenaza sin permiso

Alrededor del terreno perforado hay cactáceas: biznagas, cactus con capullos rojos, otros son enanos, pegados al suelo y crecidos entre las piedras rojas de la zona, vivían aquí estas y otras especies antes de que se comenzara la construcción del Biblioparque Poniente.

“Un día llegaron con sus máquinas y comenzaron a remover la tierra; uno no se mete porque no es mío, van a decir que a mí qué me importa”, dice don Juan Felipe Martínez, quien vive cerca del lugar en una de las últimas casas de la mancha urbana.

El Biblioparque Poniente, en específico el Centro de Capacitación de Bomberos, comenzó su construcción sin un Acta de Impacto Ambiental, necesaria para todas las construcciones que abarcarán más de mil metros cuadrados.

Esta acta es expedida por la Dirección homónima que a su vez depende de la Subsecretaría de Gestión Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila (Sema).

‘Olvidan’ trámite

De acuerdo a gestores de construcción consultados, el proceso que se debe realizar para poder edificar de manera legal en un predio de tales dimensiones comienza en las oficinas de la Dirección de Desarrollo Urbano del Municipio, donde se solicita un acta de uso de suelo.

La construcción se intentó hacer de una manera tan acelerada y mal planeada que ni siquiera ese primer paso cubrieron; el martes 4 de julio, el supervisor de Desarrollo Urbano, Silvano Nava, clausuró la obra por ser completamente ilegal.

En el tiempo que la maquinaria estuvo al interior del terreno comprado por el Ayuntamiento, realizaron despalme de una amplia zona y se cavó para iniciar la cimentación del complejo.

Todo sin permiso de nadie, como si la autoridad, que es el propio Municipio, no existiera; el Patronato de Bomberos se quejó de la clausura, sin saber que el Ayuntamiento había sido advertido del error que cometieron y que podría haber causado un daño mayor al ambiente.

Una obra de grandes dimensiones sobre terreno ilegal. En julio ni siquiera había licencia de construcción, que también debió ser expedida por la Dirección de Desarrollo Urbano.

Sin acta

Uno de los dos sellos de clausura colocados por Silvano Nava fue completamente violado para ingresar al terreno. Zócalo documentó que antes de regularizar la construcción este sello fue roto, lo cual viola el Artículo 224 del Código Penal vigente en Coahuila.

El segundo paso para llevar a cabo la construcción, era solicitar el Acta de Impacto Ambiental.

“Con nosotros se acercaron apenas esta semana –el 17 de agosto– y tenían un documento para liberar la zona que ocupará Bomberos, entonces les planteamos que de una vez sea todo el polígono –del Biblioparque- porque tampoco tiene el acta”, dijo a Zócalo el subsecretario de Gestión Ambiental, Óscar Flores.

El terreno en cuestión era virgen y se encuentra en la carretera Saltillo–Torreón, pasando el cruce con la calzada Francisco I. Madero; de acuerdo a testimonios de quienes visitaron el lugar cuando fue la clausura, en la construcción se arrasó con especies de cactáceas protegidas.

“Nosotros –la Sema– no te podemos decir si en el lugar había o no flora protegida, pero efectivamente, el Código 059 de la Semarnat protege especies en peligro de extinción o amenazadas”, informó el subsecretario.

La Secretaría del Medio Ambiente llegará tarde al análisis del terreno, en este ya se despalmó la flora, “pero es que apenas nos acaban de solicitar el Acta de Impacto, nosotros tenemos cinco días para responder”.

Apenas

En la página oficial de la Secretaría se encuentra una lista de todos los proyectos inscritos o en trámite, el del Biblioparque Poniente no está “porque apenas nos lo acaban de inscribir, pero la obra por mientras está suspendida”.

Zócalo realizó una visita al terreno que se encuentra receptivo de vehículos o personas porque los sellos de clausura ya están rotos, y en la zona se encontraron especies de cactáceas y madrigueras de animales que viven o vivieron en el lugar.

“Si a nosotros nos hubieran solicitado el Acta de Impacto Ambiental hubiera sido más fácil porque revisamos las especies que hay ahí, y si es necesario pedimos que se reforeste en otro sitio o tomamos medidas”, aclara Óscar Flores.

En Coahuila de acuerdo a la página oficial de la Sema hay 70 especies de flora endémicas que guardan un estado de amenaza, peligro de extinción o protección ambiental, una parte importante son cactáceas, por el tipo de ecosistemas que hay en la entidad.

“Nosotros no vamos a quitarle la suspensión a la obra hasta que no hagamos el proceso de ir a revisar, pero debemos estar conscientes que tampoco podemos desechar un proyecto de desarrollo urbano, ahí sí hubo algo que pudo evitarnos todo esto, y fue que no se hizo a tiempo la solicitud”, dijo el subsecretario de Gestión Ambiental.

Empezaron por el final

Antes y después de la entrevista con el funcionario de la Secretaría del Medio Ambiente, Zócalo visitó el lugar y expusimos múltiples dudas, que no pudieron ser resueltas porque todavía no cuentan con la información del caso, debido a la “novatez” del Municipio y el Patronato de Bomberos que empezaron por el final.

Del análisis y el resultado del mismo que tenga la Sema esta semana dependerá si habrá castigo contra quienes cometieron este “salto” sobre las leyes y autoridades.

Sin privilegios

El procurador del Medio Ambiente de Coahuila (Propaec), Emilio Darwich dijo que no por ser una obra del Municipio se darán privilegios o se les permitirá que se salten la ley; las multas contra quienes violan los procedimientos ambientales pueden llegar hasta los 3 millones de pesos, dependiendo de su gravedad.

Mientras tanto, queda el registro de otra falla administrativa del Municipio, que tiene en suspenso una resolución de cuál y qué tan grave fue el daño ambiental causado a la zona; todo por no saber o no querer seguir la ley. Un ejemplo de Gobierno para el ciudadano.