Piedras Negras, Coah.- Un ejemplo de vida es el legado que deja la señora Carmelita Elizondo de Ancira, quien se distinguió por su filantropía, apoyando siempre a los más necesitados y las causas justas.

Esta pasión de compartir con los que menos tienen y apoyarlos para que logren superar sus carencias, surge desde que doña Carmelita era soltera y se agiganta al paso de los años.

Su recuerdo de grata memoria perdurará entre las familias de la Región Carbonífera, en particular de su pueblo natal, Múzquiz, que le reconoce y agradece sus humanitarios legados.

Un perenne reconocimiento a la extraordinaria obra social que emprendió la señora Carmelita Elizondo de Ancira, expresó Cuauhtémoc Ruiz de la Rosa, un amigo de la benefactora.

“Uno de sus más fieles colaboradores fue Eloy Álvarez Múzquiz, quien se convirtió en su secretario, y a quien le afecta enormemente la ausencia de doña Carmelita”, manifestó Ruiz.

“Su vocación de servir con pasión para resolver la problemática de las familias de Coahuila la convirtió en figura muy apreciada, considerándola la estrella de la Carbonífera”, agregó.

Su filantropía a favor de los más necesitados fue permanente, atendiendo a aquellas familias con mayor vulnerabilidad no solamente en el aspecto económico, sino también en lo social.

Doña Carmelita apoyó siempre a todos aquellos que acudieron a solicitarle su ayuda, brindándosela sin limitaciones, como lo hizo a través de “Mano Amiga” que fundó y otros medios.

En su ausencia hoy la recuerdan con cariño y gran aprecio todos aquellos que recibieron un consejo, la ayuda requerida, el apoyo que las circunstancias obligaban a las familias a pedir.

Los beneficiarios de la ilustre e inolvidable dama hoy piden que se le haga un justo reconocimiento a su memoria, y recordarla siempre como la amiga que fue para la Región Carbonífera.

El compromiso es el de mantener vigente el gran ejemplo y legado que nos deja doña Carmelita por su desprendimiento para atender y solucionar las necesidades que se le formularon.

Doña Carmelita Elizondo es hija de Arturo Enrique Elizondo y Enriqueta Beráin, nació en Múzquiz en noviembre 21 de 1929, deja una vida de grandes legados que la distinguió siempre.

El matrimonio Elizondo Beráin procreó además a María Enriqueta, René, Sara Gloria, Indalecio (+) y Arturo (+), caracterizándose siempre por su filantropía Carmelita Elizondo.

En su momento el orgullo de Múzquiz, quien nació para servir a su prójimo, contrajo nupcias con don Alonso Ancira González, originario de Sabinas Hidalgo, Nuevo León.

De esa unión nacieron sus hijos Alonso, Manuel, José Eduardo, Jorge, Guillermo, Carlos, Linda y Lourdes Ancira Elizondo, siendo todos los orgullos de don Alonso y doña Carmelita.

En reconocimiento a su destacada labor altruista, la Casa de la Cultura de Múzquiz lleva su nombre, Carmen Elizondo de Ancira, y también el Cobac de Monclova, entre otros homenajes.

Doña Carmelita Elizondo de Ancira será recordada por su labor altruista, por su entrega al servicio de sus semejantes, quienes mantienen en sus corazones la imagen de su gran benefactora.