Ramos Arizpe.- Mientras su familia dormía, Nicolás Alcántar aprovechó para tomar una tina, una escoba y limpiador para después dirigirse a saludar a su padre, quien descansa desde hace 22 años en el Panteón de San Nicolás de Tolentino.

Los 34 grados centígrados ya se reflejan en la frente de Nicolás con algunas gotas de sudor, él afanosamente limpia los alrededores de la bóveda marcada con el nombre de Familia Alcántar Gómez, que acompaña una imagen de la Virgen María.

“Venimos a darnos un vuelta, a rezarle y a limpiarle su bóveda, a pedirle que nos cuide a todos, a toda la familia”, comenta, “ahorita no pudieron venir todos porque anoche se casó una sobrina, encones yo creo que se van a levantar tarde, hacer de desayunar a la familia que vino de fuera, pero yo me di mi tiempo para venir en el Día del Padre”.

Minutos después, Nicolás descansa, deja la escoba y se sienta a los pies de la bóveda, a modo de reflexión recuerda con cariño los momentos que vivió con su padre, incluso, le pide algún consejo sobre cómo guiar a su propio hijo, quien tiene ya 15 años.

Conforme avanza la mañana se aprecia un poco más de movimiento en el panteón, familias enteras cruzan los pasillos con arreglos de flores en mano y llegan a pasar el día entre anécdotas de quienes se adelantaron en el camino.