Ciudad de México.- La Arquidiócesis Primada de México reprochó el aumento en los niveles de violencia en todo el País y en las delegaciones de la Ciudad de México.

En su editorial del semanario Desde la Fe, criticó que desde el 2014 las autoridades en materia de seguridad pública presumieron una baja en la incidencia delictiva.

“Las reformas en materia de seguridad ofrecían la panacea a nuestros males, pero sólo abrieron la caja de pandora, escribiendo la receta del desastre.

“Fue una lamentable estrategia triunfalista para pender de alfileres uno de los objetivos prioritarios: mejorar las condiciones de seguridad y garantizar tranquilidad en todo el territorio nacional”, se publicó.

En el escrito se expuso, con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que en 2016 se registraron 23 mil 953 homicidios en México, una proporción de 20 homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional.

Se analizó que la tasas fue superior a la de 2015 que fue de 17 homicidios por cada 100 mil habitantes, y 10 entidades federativas concentraron los índices de homicidios más altos.

Resaltó que las ciudades más peligrosas para vivir son Colima, Guerrero, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, Morelos, Baja California, Baja California Sur, Michoacán y Tamaulipas.

La Arquidiócesis publicó que el caso de la Ciudad de México es paradigmático y preocupante, pues según el Observatorio Nacional Ciudadano, en el primer cuatrimestre del 2017 el homicidio culposo aumentó en 75 por ciento en las delegaciones de la capital.

“No hay día en el que no se conozca la muerte de una persona bajo circunstancias violentas. Gente común y corriente que, por lo general, no tiene relación alguna con el crimen, sino que más bien se convierte en víctima ante la imparable impunidad y el poroso sistema de justicia”.

La Iglesia católica de la capital sostuvo que en las calles y comunidades hay una ciudadanía descontenta y decepcionada de los “paupérrimos” resultados y el incumplimiento de lo que fue puesto como prioridad para lograr mejores condiciones de seguridad.

“Hace seis años, la principal demanda era eso: tener paz. ¿A quiénes conviene que esto no cambie? ¿Quiénes se están beneficiando de la industria del delito? ¿Convino que la Secretaría de Gobernación tomara de nuevo las riendas de la seguridad pública?”, cuestionó la Arquidiócesis.