Saltillo, Coahuila.- Dirigido por Carlos Díaz Reyes y Elí Vázquez Sifuentes, El documental Más Verga del Mundo explorará las motivaciones, la relación con la industria musical, las relaciones con sus amigos y sobre todo con el día a día de una vida que pasa entre risas y guitarras del músico conocido como LBASi, quien con una trayectoria de más de 20 años dentro de la música underground se ha hecho una fama creciente.

El documental tendrá su estreno el próximo 4 de agosto en Monterrey, y en Saltillo será el 12 de agosto cuando se proyectará en la Taberna El Cerdo de Babel. Zócalo platicó con Elí Vázquez sobre qué llevó a dos jóvenes a grabar la vida del rockero.

“Hay dos razones por las cuales queríamos hacer un documental sobre LBASi. La primera es cuando Carlos Díaz, el codirector del documental, me da a conocer las canciones de LBASi decidimos hacer este documental utilizando su música.

“La segunda es que La Canción Más Verga del Mundo (canción de LBASi), me pareció una obra magistral y pensé ‘por qué no se le daba el reconocimiento que debería de tener’. Poco a poco conocí su obra, la cual me pareció muy interesante dentro de la música que se hace en Coahuila”, comentó Vázquez a Zócalo.

NORTE BÁRBARO

Uno de los sellos que han marcado los conciertos del nigropretense es la cercanía con el público que lo acompaña, esa manada que él busca ha encontrado a un miembro más en el director, quien comenta los planes anteriores que hubo para hacer una biografía del músico.

“Mucha gente siempre quiso hacer un documental sobre él, pero nunca se concretó nada, por razones de cada quien, pero LBASi siempre se mantuvo a la vista, estaba dispuesto. Nosotros sólo nos acercamos, le mostramos la idea que teníamos en mente, él nos abrió las puertas a su vida y aquí está el documental. Creo que más allá de conocer a un gran artista, lo que yo hice fue conocer a un gran compa y eso es lo más chido”, agregó.

El codirector del documental habla, también, sobre una personalidad del norte de México que se trasluce detrás de las letras que LBASi compone y, que para Vázquez, es un punto importante dentro de la cultura coahuilense precisamente por su frescura en torno al tratamiento de estos temas.

“La importancia de dar a conocer a un tipo como éste es porque no importa a dónde vayas, la música siempre son covers de rock, de banda, de grupera, lo que sea. No hay un espacio en donde puedas exponer música original, y creo que ahí afuera hay personas haciendo esta música que resulta tan interesante y que merecen ser conocidos por lo que hacen.

“Y creo que eso es algo muy importante en el norte de México, porque el norte no es sólo carne asada y música norteña, sino que se ha conformado de distintos estilos en las diversas vertientes del arte y en la música alguien de importancia para mí, es LBASi, quien ha creado un estilo personal que representa esta desconexión con el mundo y de conceptos muy actuales”, declaró el cineasta.

NUEVOS CONCEPTOS

Entre las motivaciones de los directores se encuentran dar a conocer al artista que vive en el norte bárbaro de México, la tierra sin ley en la que bajo el sol nigropetense, LBASi carga su guitarra para refrescar un panorama musical casi inexistente.

“Creo que en Saltillo no hay mucha música original ni en los bares ni en ningún lugar. Cuando conocí en persona a LBASi no me decepcionó en el concepto que lo tenía, sino que me pareció la imagen de lo que debe de ser un artista: tiene disciplina y pasión por lo que hace. Este gusto que vi en él fue lo que realmente me enganchó y me dio el esfuerzo para trabajar durante siete meses en este proyecto.

“El documental es propaganda de un artista si no nuevo, sí fresco. Esto porque el público siempre se queja de que no hay propuestas interesantes, que si está Zoé, RBD y estos grupos mexicanos, cuando tenemos artistas como LBASi que la gente no está apoyando porque el güey nos habla de cosas tan cercanas, que la gente lo ignora ya que prefiere perderse en fantasías”, dijo el también guionista.

Según Elí Vázquez, el documental puede que sea un “fanfilm” sobre un músico desconocido en la mayoría del estado, pero también puede ser una manera de mostrar a la persona que se encuentra detrás de la guitarra, de los anteojos y debajo del sombrero de copa que utiliza en sus conciertos.

“El documental va más allá de mostrar a un músico, sino que buscamos mostrar a la persona que está detrás y que merece el reconocimiento que no ha tenido. El documental está hecho por personas que nos gusta la música de este bato para personas que estén interesadas en buscar música nueva con una propuesta propia y original, nada más”.

“Esa es la intención final del documental y creo que eso es lo que le agrega más valor tanto a lo que hace él en su música como al filme en sí mismo, que no tiene una pretensión más allá que la de mostrar a este güey, haciendo lo suyo”, finalizó.