Saltillo, Coah.- En Sesión Solemne realizada en el Congreso del Estado, se develó en Letras Doradas el nombre de “Manuel Acuña Narro” en el Muro de Honor del recinto legislativo, en memoria del “saltillense universal”.
 
El gobernador Rubén Moreira Valdez señaló que Acuña fue un coahuilense extraordinario que marcó de manera indeleble las letras mexicanas y al rendirle este homenaje se fortalece el sentido de orgullo e identidad como herencia para las nuevas generaciones.
           
“Las 16 nuevas leyendas en Letras Doradas en este recito hablan de Coahuila y de su permanente y trascendental papel en la historia social, política y cultural de México. Cada Letra nos recuerda un logro, una lucha, un paso adelante en un camino de liberación, de conciliación, de comprensión y de libertad”.
 
“Acuña es el saltillense universal, dotado de un talento sorprendente, con una sensibilidad que lo unió con emociones profundas que sellaron su temprana desaparición. El impacto de su personalidad perdura y es de suma importancia preservar su lugar en la cultura estatal y nacional: fue un hombre de su tiempo, su juventud no fue obstáculo para su reconocimiento y fama”.
 
Así, en pocos años, en la Ciudad de México, donde abundaban escritores y sólidos intelectuales su pluma brilló.
 
Durante el 2013, en la conmemoración del 140 aniversario de su muerte, el Gobierno del Estado creó el Premio Internacional de Poesía Manuel Acuña, con un premio de 100 mil dólares y este año aumentó el estímulo a 120 mil dólares, el más elevado en habla hispana.
 
Este galardón ha convocado a más de 2 mil 400 trabajos provenientes de 30 diferentes países.
 
“Sin duda alguna, la poesía mundial ha recibido un empuje a través de Coahuila y en nombre de Acuña. Múltiples actividades han seguido a este certamen, como una colección de antologías de 25 poetas coahuilenses, la cancelación para circulación internacional de un timbre postal conmemorativo y la publicación de su obra completa en dos volúmenes”.
 
Por su parte, el diputado Sergio Garza Castillo, leyó la semblanza del poeta saltillense, cuyo nombre lleva el municipio de Acuña. Hablar de Acuña, dijo, es hablar de la riqueza cultural de Coahuila y México.
 
Acuña nació en Saltillo el 27 de agosto de 1849 y vivió en una época en que la sociedad mexicana era dominada por una tendencia romántica en la poesía.
 
Hijo de Francisco Acuña y Refugio Narro, estudió en el Colegio Josefino de Saltillo y en 1865 se trasladó a la Ciudad de México, para ingresar al Colegio de San Ildefonso, donde estudió matemáticas, latín, francés y filosofía; en 1868 inició estudios en Escuela de Medicina y ese mismo año inició su breve carrera literaria.
 
Se dio a conocer con una Elegía a la Muerte de su compañero y amigo Eduardo Alzúa y fue cofundador de la Sociedad Literaria Nezahualcóyotl, donde dio a conocer sus primeros versos. También publicó en la Revista el Anáhuac y en folletín del periódico La Iberia.
 
Rosario de la Peña fue el gran amor de su vida, que mucho tuvo que ver con su trágica muerte, su inmenso y desenfrenado amor por ella truncó su existencia, cuando ya era reconocido su genio, su calidad como escritor y nadie dudaba de su exitoso futuro.
 
“¿Qué era lo que pasaba por su mente o por su atribulado corazón aquel 6 de diciembre de 1873? Es un secreto que se llevó a la tumba”. “Nocturno a Rosario”, fue su obra maestra, por la que es reconocido a nivel mundial.

Al evento asistieron el General Francisco Ortega Luna, comandante de la VI Zona Militar; Miriam Cárdenas Cantú, presidenta del Tribunal Superior de Justicia; el alcalde de Acuña, Evaristo Lenin Pérez Rivera, familiares de Manuel Acuña Narro y funcionarios estatales.