Monclova, Coah.- El choque de trenes era inminente entre partidarios y adversarios de Napoleón Gómez Urrutia de las Secciones 147 y 288, así que se produjo el encontronazo en medio de huracanados episodios de violencia con una lluvia de proyectiles, garrotazos, heridos y media docena de coches incendiados reducidos a humeantes fierros retorcidos.

Parecía que un terremoto de gran intensidad había cimbrado el recinto de la Sección 147, con computadoras despedazadas, mobiliario incendiado, paredes y pisos manchados de sangre, y densas nubes de humo podían ser observadas desde un kilómetro a la redonda.

El 28 de julio de 2008 un exorcismo obrero reflejado en violencia extrema terminó con la era de Napoleón Gómez Urrutia en la Sección 147, apoyados por correligionarios de la Sección 288, y cuando el aguacero amainó, se produjo el rompimiento de facto con los huéspedes del Comité Ejecutivo Nacional.

Opositores a Napoleón Gómez Urrutia encabezados por Gerardo Salazar Balderas, Héctor Jiménez y Miguel Cuéllar, se dirigieron en tropel desde el exterior de la Siderúrgica 1 de Altos Hornos de México al edificio de la Sección 147 para empezar la refriega con hostilidades prolongadas durante 24 horas.

El contingente se desplazaba firme, seguro y la intención era cuestionar al entonces secretario general Juan Antonio Vaquera Mendoza de la problemática laboral porque había autorizado celebrar en la Sección 147 un Foro Nacional organizado por la dirigencia nacional del sindicato de Gómez Urrutia.

Vaquera y sus correligionarios ya los estaban esperando atrincherados afuera de la puerta principal del recinto sindical. A un lado, el busto de Napoleón Gómez Sada parecía expectante, nervioso, con la vista hacia todos lados como no queriendo dejando escapar nada de esos capítulos violentos donde se jugaba la suerte sindical de su hijo.

A eso de las 15:45 horas se produjo la explosión de adrenalina y una lluvia de piedras surcaba los aires en la esquina de Hidalgo y Ocampo, al tiempo que el comercio se puso nervioso por lo que cerró sus puertas y bajaba las cortinas de acero.

Patrulleros de la Policía Municipal acudieron al lugar de los hechos, pero no intervinieron para intentar apagar la refriega, mucho menos para realizar detenciones pese a que las hostilidades se produjeron en vía pública donde a batazos varios sindicalistas fueron golpeados en espalda y cabeza.

La era de Napoleón Gómez Urrutia había quedado sepultada, fue el estocazo final donde en el caso de la Sección 147 la moneda sigue en el aire, pues después de vastos episodios de violencia, finalmente dentro de algunos días se llevará a cabo el recuento donde los aproximadamente 3850 agremiados resolverán con su voto jurídicamente cuál sindicato los debe representar.

El menú consiste en únicamente dos opciones; el Sindicato Minero Democrático que dirige Sergio Medina Ibarra, y el Sindicato Minero Nacional que preside y dirige Napoleón Gómez Urrutia, quien desde finales de febrero de 2006 permanece autoexiliado en Canadá.

Horas después ya de madrugada, varios vehículos de funcionarios sindicales fueron incendiados, entre ellos de Enrique Gaytán y Raúl de la Fuente, que fungían como secretarios de Asuntos Políticos, y de la Vivienda, respectivamente.

Por la tarde del 29 de julio, Juan Antonio Vaquera y sus correligionarios que entonces eran recalcitrantes partidarios de Napoleón Gómez Urrutia, sufrieron la inesperada metamorfosis y en segundos se declararon acérrimos oponentes a su ex jefe sindical.

Posteriormente, las secciones 147 y 288 celebraron asambleas los días 2 y 5 de septiembre de 2008 donde desconocieron como dirigente sindical a Napoleón Gómez Urrutia. En el caso de la Sección 288 el 13 de diciembre de 2016 se deslindó jurídicamente, y se afilió al término de un recuento al Sindicato Minero Democrático que encabeza Sergio Medina.

Poco después de las 15:00 horas del 28 de julio, un grueso contingente de obreros contrarios a Gómez Urrutia encabezados por Gerardo Salazar y Miguel Cuéllar abandonaban presurosos AHMSA 1, al término de la jornada laboral matutina.

Se dirigieron al recinto y poco antes de las 4:00 de la tarde se registró la grave refriega entre los grupos rivales, y al término de la batalla el edificio de la Sección 147 quedó devastado como si un terremoto lo hubiese sacudido.

Densas nubes de humo se observaban desde un radio de medio kilómetro a la redonda porque al menos seis coches propiedad de funcionarios sindicales fueron reducidos a un montón de fierros retorcidos y chamuscados en calle Ocampo, frente al vetusto edificio sindical.

Los opositores dirigidos por Gerardo Salazar Balderas, Héctor Jiménez Coronado, Miguel Cuéllar Castillo, entre otros, dijeron en aquella ocasión que la intención era llegar pacíficamente a la Sección 147 y pedir a los dirigentes una asamblea general extraordinaria con carácter de urgente.

La asamblea sería para pedir el aborto en Monclova del IX Foro Minero Nacional convocado por Napoleón Gómez Urrutia, pero fueron recibidos a pedradas por los integrantes del Comité Ejecutivo Local de la Sección 147, con respaldo de sus similares de la Sección 288.

Dijeron los dirigentes opositores que se oponían porque la intención del IX Foro Minero Nacional era organizar paros, huelgas y trastornos laborales en la Siderúrgica Altos Hornos de México, a lo que no estaban dispuestos a acceder porque la empresa es el motor de la economía regional.

En medio de feroces hostilidades, entonces los napistas se replegaron intentando atrincherarse en el interior del recinto, pero sucumbieron y terminaron huyendo en todas direcciones.

El busto erigido al extinto líder nacional del Sindicato Minero, Napoleón Gómez Sada, fallecido el 11 de octubre del 2001 fue arrancado del lugar.

Posteriormente, el 30 de julio, alrededor de mil mineros foráneos y afines a Napoleón Gómez Urrutia ingresaron a territorio monclovense, pero bajo severa custodia de la fuerza pública a efecto de prevenir y evitar otro encontronazo. ¿Qué sigue ahora?