Saltillo, Coahuila.- Su retrato ya llegó a una de las oficinas de Palacio de Gobierno. Viene envuelto en plástico de burbujas de aire para protegerlo. “¿Ya viste mi pintura? acaba de llegar”, dice orgulloso. El cuadro fue hecho por un artista de Torreón, y en los próximos días será colocado en una de las paredes del Salón Gobernadores.

A unos días de que concluya su mandato, Rubén Moreira Valdez analiza su futuro, que asegura estará en un despacho legal al que le dedicará su tiempo. Claro, primero están las vacaciones de fin de año.

Se le ve tranquilo, incluso relajado. Está seguro al menos por ahora, de que no extrañará ser gobernador. “Un exgobernador debe pensar como eso, como un exgobernador”.

Su futuro político es incierto. Por ahora nada, pero más adelante, quién sabe. “Esto es como un equipo de beisbol. La banca también es equipo. No todos pueden lanzar, no todos pueden batear, pero ahí están, son parte del equipo y esperan a que los llame el entrenador”.

En esta entrevista para Grupo Zócalo, la primera de dos partes, Moreira Valdez habla sobre el cambio que sufrió Coahuila en cuanto a seguridad y desarrollo económico, así como lo que le depara a partir del 1 de diciembre, cuando entregue el Gobierno del Estado.

-Se ve más relajado, más tranquilo. ¿Se siente liberado, o se siente satisfecho?

Nos sentimos digamos que contentos de poder terminar un ciclo y de haberlo hecho cumpliendo los compromisos principales que pusimos sobre la mesa para buscar el voto, que fueron seguridad y crecimiento económico. En ese sentido, creemos que los compromisos están cubiertos. Así que satisfecho. Y liberado también en algún sentido.

-¿Cuál es la diferencia entre el Coahuila de 2012 y el Coahuila de 2017?

Bueno, es el Coahuila de 2011, nosotros iniciamos en diciembre. Coahuila en esos momentos vivía lo que en ese momento en muchas partes del país estaban resintiendo, que era la violencia extrema, situación que hoy en algunos de los estados que entonces mejoraron, están viviendo de nueva cuenta: Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León.

Por otro lado, acabábamos de pasar la crisis que pegó en todo México y nos propusimos generar seguridad y empleo. Y al tiempo también se descubre que se genera un círculo virtuoso, es decir, a mayor seguridad, más crecimiento económico, y sobre todo el crecimiento del sector secundario, mucho más comercio, muchos más servicios.

Los servicios crecen cuando hay seguridad, crecen los negocios.

-Usted mencionaba que se creía que a mayor cantidad de policías, mayor seguridad, pero no fue así…

Una paradoja que hay es esa, que se cree que mayores policías es mayor seguridad, pero nosotros pensamos que lo que se requiere es que haya mejores policías, bien pagados y certificados. Eso mejora el combate al crimen, reduce los abusos, que siempre se pueden presentar, y te da un mejor control de las policías. Claro que Coahuila sigue contratando policías, lo que pasa es que ser policía ahora requiere pasar por pruebas de control de confianza. De cada cinco o seis aspirantes uno entra. Requiere tener valor para enfrentar al crimen, y entonces no es tan fácil volver a contratarlos, pero con la cantidad de policías con que contamos, tenemos muy buena seguridad.

-Aunado a que se amplió la infraestructura para facilitar la llegada de más soldados, ¿no?

Yo creo que hay cuatro rutas para tener paz. La primera, que tengas buenas condiciones, que eches fuera todos los elementos que están mal, que les pagues mejor. Cuando yo llegué había policías de 3 mil 500 pesos. Hoy tienen incluso Infonavit. También lo hicimos con las policías municipales, con las pruebas de control y confianza, fue el instrumento para mejorar las policías municipales. Y a la par de tener mejores policías, se requiere una buena alianza con el Gobierno federal, en este caso con la Sedena y la Marina. Y dentro de esa alianza, está el hecho de que tengan más efectivos en Coahuila. Cuando yo llegué teníamos mil 800 efectivos, inmediatamente subimos a otros mil 400 efectivos, es decir subimos a 3 mil 200 soldados. Y hoy vamos a subir a otros 3 mil 200 soldados para llegar a 6 mil 400. Y en esa coordinación nos reunimos semanalmente a los mandos, el próximo domingo tenemos una reunión con el Grupo de Coordinación Operativa y lo tendremos hasta el último día de mi gobierno.

Esto nos permitió blindar las fronteras del estado. Así como construimos dos cuarteles, cada uno de 300 millones de pesos para dos unidades militares, un batallón y un regimiento, y terminamos ya un cuartel de 800 millones de pesos para cuatro unidades militares que son cuatro batallones, construimos siete bases militares que blindan Coahuila, que están en Allende, Guerrero, Hidalgo en la frontera Nuevo León-Tamaulipas, porque Tamaulipas está a 30 kilómetros; Juárez, Candela, Viesca y Sabinas.

Fue una instalación estratégica, la planeamos con la Sedena, revisamos estadísticas, incidentes, por dónde entraban los delincuentes y lo primero que descubrimos es que por Frontera se iban hasta Torreón, pues ahí pusimos un cuartel grande del Ejército y luego pusimos uno en Candela. Hoy tenemos muchas más instalaciones militares, incluyendo la base aérea de Torréon.

Ese es el segundo de los grandes rubros. El tercero es golpear la renta del crimen. ¿Qué es golpear la renta del crimen? Las ganancias que obtiene en el día a día: casinos, maquinitas en las tiendas, yonques, peleas de gallos… yo estoy en contra de las peleas de gallos, aunque sé que Coahuila es uno de los estados que crían aves de combate. Estoy en contra porque no creo que haya que hacerle daño a algún animal, pero además porque hay apuesta, hay vicio y bueno, ya siguen muchas otras lógicas.

Los yonques, las chatarreras, porque ahí se anidan el lavado de dinero y el robo de vehículos. Mucha gente le robaban el vehículo en la mañana y lo subía a Facebook, pero esa pobre gente no sabía que cuando ponía la foto, su vehículo ya estaba hecho pedacitos y se estaba vendiendo a alguna chatarrera del país.

La cuarta es generar condiciones de desarrollo social. Coahuila según Coneval disminuyó la pobreza, tenemos 160 mil empleos, 50 mil muchachos más del crecimiento que teníamos hoy estudian, invertimos más de mil millones de pesos en unidades deportivas. No voy a alcanzar a inaugurarlas, pero ahora mismo se construyen 16 unidades deportivas en Coahuila.

-Una de las metas fue la cifra de empleo, pero esa meta fue rebasada. ¿Cómo se logró?

Nosotros planteamos 100 mil empleos porque es lo que en sí en años, se requiere a partir de la población que entra a la vida económicamente activa. Sin embargo, llegamos a 162 mil empleos porque mucha gente que estaba en la informalidad se pasó a la formalidad, y por otro lado porque había un rezago.

-En lo personal, ¿qué le dejan estos seis años?

Espero que no se malinterprete, pero creo que como todas las experiencias debe dejar una satisfacción. Hay experiencias que no fueron buenas, que dejaron un trago amargo, pero la persona es la suma de sus experiencias, y yo me quedo satisfecho de mi gobierno. Tal vez se pudieron hacer más cosas, tal vez si tuviera más experiencia se pudieron haber hecho más cosas, pero la experiencia de gobernador solamente se obtiene siendo gobernador. Me voy satisfecho, porque intenté todo lo que el Plan Estatal de Desarrollo decía, todo lo que creo que Coahuila necesitaba. En algunas cosas avanzamos más, en otras cosas avanzamos menos. Creo que quien no se va satisfecho de un puesto como este, es porque no intentó todo, o no vivió las 24 horas como gobernador.

Yo tuve la fortuna de vivir las 24 horas como gobernador, tuve la fortuna de tener un gran equipo de trabajo, y puedo decir cosas que ni se han notado, que forman parte de ese todo por lo cual me voy satisfecho.

-Es normal que un gobernador en el poder y su partido sufran un desgaste. ¿Qué capital político le queda a su sucesor, pensando en Miguel Ángel Riquelme Solís?

Queda el triunfo. En un momento en que los triunfos son como los que él tuvo, así son todos los triunfos en este país. Y así va a ser el triunfo de quien sea, que yo espero sea de mi partido, en la elección presidencial del año que entra. Este país está dividido en tres: el centro, la derecha y la ultra izquierda. Y creo que por más que se diga, son tres posiciones irreconciliables. Yo conozco bien al priismo y jamás aceptaría aliarse al PAN. Me refiero al priismo de base. Habrá quienes arriba tal vez, pero al priismo de base. Y hay tres visiones de país. En algunas partes como no hay nada puro, se mezclan un poco, pero son tres visiones de país. La visión de un estado confesional, cargado de hipocresías, yo los conozco todos, digo no es momento de confrontarme, de un estado voraz, de explotación de la gente; la visión de un libre comercio, con reglas de moderación, seguridad social, que es la de nosotros, y la visión confrontada con la primera de que el empresario es el enemigo de la gente, esa es la visión de izquierda. Ahora, ¿qué va a pasar?, pues lo que la gente quiera. ¿Quién va a resentir?, pues la gente que vote, ahí está Nuevo León.

-Y la gente que no vote…

También, claro. No votar es también una postura política.

-¿Cuál es su futuro?, se dice que ya tiene maletas hechas para irse a Pachuca…

No, aquí me voy a quedar. Aquí me voy a quedar, no puedo andar en la calle todo el día.

-¿Qué va a hacer, a qué se va a dedicar?

El primer mes es Navidad, entonces voy a bajar bastante el ritmo, y después me voy a dedicar a litigar. Voy a armar un despacho y tengo ofrecimientos de clientes qué
defender.

-¿Y la política?

Nunca se va uno a alejar de la política, pero la política tiene como en el beisbol, estás en el campo, pero puedes estar ren la banca y también estás jugando. No tienes por qué estar siempre pichando o por qué estar bateando.

De la política nunca te retiras, siempre estás atento a lo que pasa, a lo que digan, eso aunque no lo quieras, pero eso no quiere decir que estés activo, ni tampoco que estés inactivo.

Solamente el que se fue satisfecho del gobierno, el que no estuvo 24 horas metido en esto, el que no intentó todas las cosas, cuando sale se siente incompleto.

Alguien me decía “seis años se pasaron rápido”, y yo le dije pues sí, porque no eres gobernador. Hace rato platicaba con Pepe Vega –coordinador de Comunicación Social– y de muchos incidentes que tuvimos y dices, ‘oye, cómo nos desgastamos’. Algún día Pepe y el ahora magistrado Iván Garza, creo que trabajamos 36 horas sin dormir en temas de seguridad. Creo que eso habla del compromiso que debe tener uno cuando acepta este cargo.

Mañana: Las amenazas, el cierre de sexenio, las reformas y la ley para despenalizar el aborto.